En el Salón de Detroit 2007, sin lugar a dudas, la gran atracción de Audi fue el SUV de altas prestaciones Q7 que viene equipado con el mismo motor de 12 cilindros que ganó las pasadas 24 Horas de Le Mans. Se trata del primer motor diésel de 12 cilindros en un auto de serie.
El seis litros V12 de 5.934 cm3 que produce 500 caballos de potencia y 1.000 Nm de torque, posee un rendimiento que envidiaría cualquier auto deportivo y estaría disponible a partir del 2008.
Con este poderoso motor el Audi Q7 establece nuevos patrones en el segmento de los SUV, ya que es capaz de acelerar de 0 a 100 kilómetros por hora en tan sólo 5,5 segundos, pero a diferencia del que monta el deportivo R10 TDI ganador en Le Mans y campeón de la American Le Mans Series que alcanza 330 kilómetros por hora, en esta ocasión la velocidad está electrónicamente controlada en 250 kilómetros por hora.
El torque máximo del Audi Q7 V12 no se hace rogar y se encuentra disponible desde sólo 1.750 revoluciones por minuto. El consumo de combustible es apenas de 11,9 litros por cada 100 kilómetros, mientras que las emisiones de gases se mantienen también bajas.
El V12 TDI twin-turbo cumple desde ya con las normativas Euro 5 que entrarán en rigor en 2010.
La unidad de seis litros y 12 cilindros es una muestra más del gran conocimiento que tiene Audi en el campo del diésel.
Este nuevo motor con la más moderna tecnología llega 18 años después de que Audi sorprendiera al mundo cuando presentó en el Salón Internacional del Automóvil de Frankfurt el primer motor diésel para turismos de inyección directa con gestión electrónica, y denominó a esta tecnología revolucionaria TDI (Turbo Diesel Injection).
El año pasado Audi demostró el potencial de los motores diésel al imponerse en todas las pistas del mundo en las que el R10 TDI de 650 caballos de potencia derrotó con claridad a sus rivales nafteros.
Su seguidilla de ocho victorias alcanzó el punto más alto al ganar las míticas 24 Horas de Le Mans y también le sirvió para quedarse con el título de la máxima categoría de la American Le Mans Series.
La carrocería
Hay pocas modificaciones que diferencien a este modelo del visto en París. La delantera tiene más LEDs alrededor de los focos y una toma de aire inferior ligeramente distinta. En la parte trasera, las luces de retroceso se movieron hacia el paragolpes, donde antes se ubicaban unos reflectores.
En cuanto a la luz de freno central ubicada bajo el alerón trasero, ahora es una línea de LEDs rojos. El difusor trasero también es un poco diferente y a los lados vemos unas salidas de escape ovaladas. La pintura blanca también es nueva, pero extrañamente las llantas son las mismas de París.
El interior del concepto se ve más limpio con la aplicación de cuero color crema, material que además está presente en todas las superficies visibles.
Los instrumentos en el tablero son nuevos, con un velocímetro que marca hasta 330 km/h. La pantalla de información ahora tiene color y una mejor resolución.
Por Alejandro Marimán