Audi presenta en el Salón de Shangai (20 al 28 de abril) su prototipo de SUV compacto llamado Audi Cross Coupe Quattro.
Posiblemente sea la base del esperado Audi Q5, modelo que inicirá su producción el próximo 2008, en la planta de Ingolstadt (Alemania), aunque visto el éxito de estos vehículos no sería de extrañar que existiese otro modelo más pequeño además del Q5.
BMW cuenta ahora mismo con un X3 y un X5, y prepara un X6. ¿Intentará Audi crear también un 3er SUV?
Respecto al prototipo, Audi parece mostrar una nueva línea algo más agresiva en el exterior, con una parrilla cada vez más grande y las ópticas más angulosas y afiladas. Tiene un techo de lona, similar al del nuevo Jeep Cherokee.
El Cross Coupé quattro tiene cuatro asientos independientes (el Q5 probablemente será de cinco plazas) divididos en dos filas de dos asientos. Las proporciones y las ruedas de 20 pulgadas apuntan claramente hacia las capacidades off-road.
Con un largo de 4,38 mts, un ancho de 1,82 mts. y una distancia entre ejes de 2,60 mts., el Audi Cross Coupé quattro es apenas un poco más largo que el A3 Sportback. La altura, 1,60 mts (18 más que el Sportback) es típica de un SUV y ofrece a sus ocupantes mayor confort al sentarse.
Muy curioso resulta el motor elegido para este concept, en vez de sorprendernos con algo grande y potente difícilmente comercializable, han optado por un 2.0 TDI de 204 cv, basado en los motores actuales pero con una nueva generación de inyectores que permiten con esa cilindrada y potencia tener un nivel de emisiones bajo y un rendimiento de 16,95 km/litro.
El sistema de tracción total, que Audi denomina comercialmente «quattro», es de conexión automática mediante un embrague «Haldex», no un diferencial «Torsen» como el que tiene el Q7 (Audi utiliza el sistema «Torsen» en los modelos con motor longitudinal).
La suspensión es independiente en todas las ruedas. Delante es de tipo McPherson (como en el A3) y detrás de paralelogramo deformable. La amortiguación es variable mediante un fluido electroviscoso, como las que utilizan los Audi TT y R8.
En su interior, muy elegante en blanco y cuero marrón, encontramos el sistema MMI que permite controlar los elementos multimedia del vehículo con un touchpad como el de los ordenadores portátiles y un sistema de reconocimiento de escritura, además de un monitor con una tecnología que permite mostrar diferentes imágenes según el ángulo de visión: esto permite que el conductor y el pasajero estén viendo cosas distintas en el mismo monitor.
Por Alejandro Marimán