El Renault Z.E. Concept tiene un diseño lùdico, ideado como un vehìculo elèctrico cuyo principal cometido es adaptar el consumo a lo necesario ofreciendo a la vez unas prestaciones de confort moderno.
Verdadero vehículo urbano, incorpora unos paragolpes de espuma de poliuretano que se deforman fácilmente y cuyo material flexible amortigua los pequeños golpes y tranquiliza a los clientes y a los peatones por su aspecto deformable.
Una barra luminosa situada en el exterior y encima de la puerta del vehículo anuncia la autonomía restante al usuario antes de sentarse a bordo. Al igual que en un teléfono móvil, este indicador luminoso permite visualizar instantáneamente el nivel de carga.
La pintura atérmica, así como la carrocería aislante que contiene grandes superficies de chapa, permiten limitar las variaciones térmicas.
De hecho, estas diferencias de temperatura que necesitan ser reguladas mediante la climatización o la calefacción son grandes consumidoras de energía.
Para las superficies acristaladas se utiliza un cristal de color verde ácido que ofrece un aislamiento térmico óptimo.
Unos paneles solares implantados en el techo alimentan el sistema de regulación de la temperatura interior del habitáculo.
Refrigerar el interior del vehículo consume mucha energía y este principio permite, incluso estando parado o estacionado, mantener una temperatura armoniosa que evita una utilización forzada de la climatización al arrancar.
Toda la arquitectura de difusión de calefacción y de climatización se ha pensado para lograr un balance rendimiento/consumo particularmente eficaz.
Los retrovisores, que penalizan la aerodinámica de los vehículos, se han sustituido por unas cámaras con perfil de bajo consumo.
Estas cámaras se alimentan asimismo mediante paneles solares en el techo y ofrecen al conductor mejor visibilidad, durante las maniobras sobre todo. Las llantas de aluminio "macizas" mejoran también la penetración en el aire.
Los faros funcionan a base de diodos electroluminiscentes. Estos LED de altas prestaciones ofrecen duración y eficacia, limitando a la vez el consumo de energía.
Este concepto muestra un universo lleno de suavidad y propone al usuario comunicarse con su vehículo para una mejor utilización.
El vehículo reconoce al propietario e ilumina el logotipo cuando éste se acerca al coche.
Las interfaces de navegación son innovadoras e inteligentes ante las necesidades energéticas del vehículo.
El vehículo previene, calcula, anticipa. Un simple teléfono móvil, que se conecta directamente en el salpicadero, intercambia la información entre el vehículo y su conductor.
Equipa un motor eléctrico que eroga una potencia máxima de 95 Cv y un par motor máximo de 226 Nm a 3.000 rpm. Pesa 1.520 kg; las llantas son de 21 pulgadas y calza neumáticos 245/35R21.
Sus medidas son: largo de 3.950 mm; altura de 1.748 mm y ancho de 1.856 mm.
