Chevrolet Cruze, que deslumbró en su debut mundial en el pasado Salón del Automóvil de París, llega a Chile con una promesa clara: cambiar las reglas de su segmento y demostrar que un diseño apasionante y un equipamiento de lujo ahora sí pueden estar al alcance de muchos más clientes. El Chevrolet Cruze se venderá a partir de septiembre a un precio especial de lanzamiento: 1.8 Mec a $8.590.000 (u$s15.500); 1.8 Aut a $9.390.000 (u$s17.000)y 1.8 Aut Full a $9.990.000 (u$s18.000).
El gerente de marketing de General Motors Chile, Humberto Gómez, explicó el público al que la marca apunta con este lanzamiento: “Estamos pensando en hombres y mujeres cercanos a los 35 años, jóvenes profesionales, que buscan algo distinto, que quieren sentirse diferentes y salir de la rutina. Con Chevrolet Cruze les invitamos a cambiar las reglas, y a optar por un modelo que va más allá que un sedán de tamaño medio tradicional. A recuperar el placer de conducir”.
Chevrolet Cruze representa un cambio, en primer lugar, por su diseño. Si bien se trata de un sedán de cuatro puertas, sus líneas fueron diseñadas para que luzca como un coupé. Con techo arqueado y una línea lateral cóncava, que fluye sin interrupciones desde los focos delanteros hasta los traseros, Cruze instaura un concepto que promete ser tan distintivo para Chevrolet como el frontal de doble grilla coronado por el corbatín de la marca al centro.
“El equipo de diseño no quería limitarse a pensar en una evolución: Cruze se pensó como una revolución para el diseño de Chevrolet”, puntualizó Humberto Gómez.
El diseño interior debía estar a la par, y por eso se inspiraron en el confort deportivo que caracteriza a Corvette, en particular al utilizar un habitáculo delantero doble cabina para conductor y acompañante. La calidad se refleja en los distinguidos materiales, con superficies granuladas y delicados acabados mate.
La muestra más clara es el pilar central integrado, que despliega el panel de controles dejando de lado la presentación tradicional con figuras, combinándolo con una presentación mucho más limpia y moderna. Los marcadores de velocidad, tacómetro y temperatura se pensaron de forma tridimensional, con iluminación trasera en blanco y azul.
Adicionalmente, sobresale la configuración de las versiones de Cruze: una mecánica y dos automáticas. Estas últimas con una transmisión de seis velocidades. De esta manera, Chevrolet pone énfasis en la comodidad de su oferta, pero sin que ello implique renunciar a un alto desempeño.
Su equipamiento de serie es uno de los más completos del nicho pensado para entregar el mayor confort a sus ocupantes: aire acondicionado, equipo eléctrico completo junto a espejos calefaccionados, control crucero al volante en todas sus versiones y un equipo de sonido con CD changer y controles al volante que reproduce MP3 y tiene entrada auxiliar para dispositivos como Ipod, ideales para estar conectado a la tecnología y llantas de aleación de 16” en sus versiones automáticas. La versión más equipada cuenta además con techo solar eléctrico y asientos con tapizados de cuero.
La motorización de Cruze también representa un cambio en las reglas de los sedanes tradicionales de tamaño medio. En primer lugar, porque las tres versiones cuentan con un motor naftero de 1.800 cc, que es capaz de entregar 140 HP de potencia y 150 Nm de torque, lo que permite un desempeño sobresaliente y una conducción más precisa que la tradicional.
El cambio en las reglas que ofrece Cruze también considera su alto estándar de seguridad. Su estructura, desarrollada bajo estándares de mejores prácticas globales, es la más sólida de su clase, entregando una conducción confortable y, a la vez, reduciendo los niveles de ruido y vibración. A ello, se suma que Chevrolet Cruze cuenta con frenos ABS en las cuatro ruedas y desde dos y hasta seis airbags en su versión más equipada. Además, pensando en esos pequeños detalles que uno podría encontrar al manejar es que se incluyó sensor de retroceso en todas sus versiones.