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Prueba FIAT 500: amor a la mexicana

Manejamos el icónico modelo que comenzará a llegar a Argentina proveniente de México.

Prueba FIAT 500: amor a la mexicana

Antecedentes

El FIAT 500 de la actualidad resucitó exactamente 50 años después que el modelo original (1957) y arribó rápidamente a Argentina proveniente de Europa con un precio digno de estos modelos de “capricho”. Sin embargo, la supremacía accionaria de FIAT sobre Chrysler le permitió comenzar a producir el carismático modelo en México, desde donde atacará a América Latina incluyendo a Argentina donde arribará con un precio mucho más competitivo.
 
Actualmente, el FIAT 500 es fabricado en la planta de Chrysler en Toluca, Estado de México en donde también se fabrica el Dodge Journey cuyo hermano gemelo es el FIAT Freemont. Este 500 “azteca” tiene además la particularidad de ofrecer una amplia variedad de cajas, la conocida Dualogic del tipo robotizada, manual con seis marchas y automática con 6 relaciones aquí ensayada.
 

Características Técnicas y Mecánicas

Una de las características más atractivas del FIAT 500 es la tecnología de sus motores siempre enfocada a reducir consumo y emisiones. Este año la firma ganó los reconocimientos a Motor Internacional del Año y las categorías de Mejor Motor de Menos de 1.0 litro y Mejor Motor Ecológico con el TwinAir de dos cilindros y 875 cc que está disponible en Europa.
 
Si bien es cierto el citado motor no está disponible para el 500 latinoamericano, el 1.4 litros Multiair de 16 válvulas ofrecido es una mecánica que también sobresale en los aspectos de economía y protección al ambiente. La potencia entregada es de 100 CV y 133 Nm (13.5 khm) de torque. Al igual que con el modelo que provenía del viejo continente, el FIAT 500 mexicano llega a ese mercado con siete airbags (para todas las versiones con excepción de la más básica): frontales, laterales, de cortina y para las rodillas del conductor. Asimismo, en el país del norte se ofrece de serie en todas las variantes con Control de Estabilidad (ESP), ABS y Asistente de Arranque en Pendientes.
 

Confort

La cabina del FIAT 500 es tan atractiva y bien lograda como el exterior. El cluster de instrumentos está muy bien resuelto con círculos concéntricos analógicos en el caso del velocímetro (círculo exterior) y tacómetro (círculo central), así como un círculo digital al centro que despliega la información relativa a: temperatura, nivel de combustible, reloj, computadora de viaje, entre otros. El resto del tablero mantiene ese aire retro gracias a los insertos plásticos del mismo color que la carrocería y el aro cromado en algunos botones.
 
La posición de manejo es elevada, lo que confiere buena visibilidad y comodidad para maniobras en el tránsito, aunque también significa que es más parecida a la de un MPV que a la de un auto común. En cuanto al equipamiento, en México se destaca el aire acondicionado automático (climatizador), sistema de comunicación manos libres Blue & Me, audio con interface para iPod, espejos y cristales eléctricos, volante multifunción, asientos en cuero y techo panorámico.
 

Al volante

El FIAT 500 es un vehículo diseñado para las grandes ciudades, sus pequeñas dimensiones le permiten moverse con facilidad en el tránsito y encontrar espacios para estacionarlo.
 
La respuesta del pequeño propulsor 1.4 en conjunto con la nueva transmisión automática es sorprendentemente buena, sin llegar a sentirse brioso y deportivo se mueve con suficiente soltura. El 500 mexicano alcanza ritmos alegres sin mucha dificultad, sin duda gracias al buen escalonamiento de la caja que logra aprovechar muy bien la potencia en cualquier régimen de giro. 
 
La calidad de marcha en general es buena, aunque la dirección se puede calificar de ligeramente sobre asistida. Sin que llegue a resultar en el inconveniente de no saber absolutamente nada sobre la posición de las ruedas frontales, le vendría bien algo más de dureza. Por otro lado, las maniobras a bajas velocidades, como las de estacionamiento, son una delicia. Las suspensiones filtran bien las imperfecciones del camino, confirmando una vez más que el ambiente idóneo del pequeño italiano son las ciudades. 
 
En ruta, el FIAT 500 se comporta razonablemente bien, nuevamente hay que aclarar que las aceleraciones y recuperaciones no son las de un deportivo. Si bien alcanzar ritmos por encima de los 100 km/h no es problema, hay que estar consciente de que sus áreas fuertes son la comodidad y el reducido consumo de combustible.

Conclusión

No cabe duda que son pocos los vehículos que tienen el atractivo estético del FIAT 500, además, dentro de los autos retro es quizás el más adaptado para manejo en ciudad ya que el MINI es duro de suspensión. El Beetle, que acaba de ser renovado, es más grande, con la consecuente ganancia en espacio, pero también con algo de pérdida en el terreno de la practicidad para andar en ciudad. 
 
Respecto de la calidad y dinámica, es difícil distinguir un 500 del Viejo y del Nuevo Continente. Las mayores diferencias están en la transmisión automática de 6 velocidades y en detalles como los paragolpes o los ojos de gato montados en los guardabarros para cumplir con las normas del norte. En el interior, la calidad de ensambles deja algún espacio para la mejora, pero los materiales no tienen nada que envidiarle a los europeos, lo mismo sucede con el equipamiento.
 
Aún esperamos su arribo a Argentina para saber el precio oficial, pero se especula que parta de unos u$s 20.000, mucho menos que los u$s 28.500 requeridos por la versión europea que ya no se comercializa más en el país.