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Manejamos el FIAT Grand Siena en Chile

Aquí están las primeras impresiones que dejó detrás del volante en los caminos de Viña del Mar.

Manejamos el FIAT Grand Siena en Chile

 

Viña del Mar, Chile. La organización de la presentación del nuevo Grand Siena se movió hasta Viña del Mar para tomar el primer contacto dinámico con el nuevo sedán compacto de FIAT. Luego de realizar un breve recorrido por rutas (120 Km/h de máxima) y un poco de urbe, estas son las primeras impresiones que entregó la versión Essence 1.6L con caja manual.

Inicialmente hay que destacar que la postura de manejo deseada se consigue rápidamente con regulación de altura para volante y asiento del conductor. El timón ofrece el ya conocido formato anatómico de FIAT y es muy cómodo, aunque queda levemente lejos debido a la falta de ajuste en profundidad. Los controles son simples y están a mano, la pedalera tiene correcto tacto, la dirección también (algunos la encontraron muy blanda en velocidad) y a la palanca de cambios le vendría bien ser más precisa.

El 1.6L 16V EtorQ de 115 CV es perezoso para subir vueltas, especialmente en cambios altos, y viaja relativamente desahogado en ruta, con 3.200 giros para cruceros de 120 km/h. A esta velocidad, la cabina se mostró muy bien aislada de ruidos provenientes de la mecánica, no así de los eólicos donde algún burlete no estaba siendo del todo estricto.

Dinámicamente repite la tradición de la marca, al menos la actual, de enfocar las suspensiones casi completamente al confort. Absorbió muy bien los ocasionales baches que debidamente apunté para realizar esta calificación. En velocidad este calibrado blando se traduce en rolido y un marcado hundimiento de la trompa al pararse sobre el freno.

Respecto de la calidad interior, se puede decir que le hace falta mayor atención a los detalles, pero que en líneas generales se siente mejor terminado que el Nuevo Palio que manejé en la presentación realizada en Brasil. Es interesante el esmero puesto en las texturas y decorados, y con algunos colegas acordamos que son muy útiles las bocas de aire que están en la parte alta del tablero, ayudando a refrescar la cabina sin congelar al conductor y a su acompañante.

En resumen y luego de uno breve contacto con el Grand Siena, se puede decir que aún queda un camino por recorrer en terminaciones de la cabina, que por su parte es amplia, cómoda y ofrece un diseño interesante. Dinámicamente, su enfoque en el confort de marcha lo hace poco tentador para los más pisteros, pero ideal para las familias que buscan desplazarse cómodamente.

Hernando Calaza, desde Chile recomienda