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Test drive

Ford Ranger 3.2L 4x4 Limited a prueba

Es la última en llegar a la nueva camada de pick-ups medianas, pero tiene todo para ser la primera.

Ford Ranger 3.2L 4x4 Limited a prueba

 

Antecedentes

Luego de un histórico dominio de las grandes “chatas”, como la F-100, a mediados de los 90s las pick-ups medianas comenzaron a poblar nuestras tierras impulsadas por modelos como la Chevrolet S10, la Toyota Hilux, y claro, la Ford Ranger. Si bien todas fueron actualizándose, fue la camioneta japonesa la que rompió el equilibrio con su nueva generación y después se sumó Volkswagen con su primera pick-up mediana, la Amarok.

Este año llegan las respuestas del moño y la nueva Ranger, que parece ser la más decidida a convertirse en el nuevo referente del segmento.

 

Técnica y mecánica

La nueva Ranger crece sustancialmente respecto de su antecesora. Para ser exactos, respecto de su última encarnación crece 202 mm a lo largo (5.345 mm), 92 mm a lo ancho (1.850 mm), 50 mm hacia arriba (1.815 mm), suma 28 mm entre ejes (3.220 mm) y 177 kg (2.200 kg).

El nuevo chasis es de perfil cerrado, en lugar del clásico en U, muchísimo más robusto y con zonas de deformación para aumentar la seguridad pasiva. Las suspensiones delanteras son por paralelogramo deformable y resortes, abandonando las barras de torsión de la anterior Ranger, y atrás conserva el clásico eje sólido con elásticos semielípticos.

Remata el nuevo 5 cilindros, 3.2L Puma con turbo, el más grande y poderoso del segmento (200 CV y 470 Nm), pero asociado a tecnologías de avanzada para contener su consumo como sistema common rail y desconexión de auxiliares cuando no son necesarios. La transmisión de 6 marchas, tanto manual como automática.

 

Interior

Teniendo en cuenta el precio de una nueva Ranger, el nivel de materiales utilizados en el interior queda rezagado, aunque corresponde con lo visto en el segmento y el trabajo en las texturas es de primer orden. Se suman encastres con algunas luces entre ellos, pero todas parejas permitiendo entender que están correctamente ajustados. El estilo en general es sobrio y moderno, con una combinación entre SUV y pick-up.

El cuadro de instrumentos es claro con una suave luz celeste. Esta iluminación se repite en las contrapuertas, manijas interiores de apertura y apoya pies delanteros. En las carcasas de los retrovisores exteriores también hay luces que dan la bienvenida iluminando las inmediaciones de la camioneta.

Llama la atención que la computadora de viaje solo se puede operar con un botón en el cuadro de instrumentos. El resto está perfectamente a mano y suma controles por voz, teclado numérico y varios botones que ayudan a recorrer los menús gracias a su principio de funcionamiento similar al de un celular. El volante también tiene comandos para el control de velocidad crucero, teléfono, comandos por voz, estéreo y teléfono.

El espacio en la cabina es muy bueno, tanto adelante como atrás, especialmente para las piernas. Solo los pilares A fuertemente inclinados reducen la sensación de espacio debido a que la cabeza queda cerca del travesaño superior del parabrisas.

 

Gadgets y trucos especiales

Dijimos que la nueva Ranger tiene la intención de convertirse en la dominadora de su segmento y para ello Ford dotó a la versión más equipada -Limited- con casi todo lo que trae la competencia y más.

Entre sus gadgets especiales encontramos: indicador de paso de cambio mediante una flecha que se ilumina en la base del tacómetro, navegador integrado con pantalla pequeña y fácil uso, comandos por voz para: climatizador (dual), telefonía Bluetooth y estéreo, cámara de retroceso; seis airbags (la única del segmento) y ESP con función para remolque.

En cuanto a uso off-road suma bloqueo de diferencial posterior para mayor tracción en Baja, control de velocidad automático en descenso (HDC) y asistente en arranque de pendientes (HLA) que mantiene el freno pisado los segundos que tardamos en pasar del freno al acelerador.

 

Manejo

La posición de manejo ofrece dirección con regulación en altura, pero no en profundidad, obligando a utilizar la regulación eléctrica para llevar el respaldo más recto. El asiento es corto, el respaldo envolvente y el tapizado en cuero tiene un atractivo piqué en los laterales. La visibilidad es buena, potenciada por la posición de manejo alta e inmensos retrovisores exteriores. A la hora de estacionar la versión Limited saca a relucir sensores de estacionamiento posteriores y cámara de retroceso que se visualiza en una pantalla dentro del retrovisor central.

En marcha, las suspensiones tienen un buen grado de absorción y solo se complican con las pequeñas irregularidades, comportamiento clásico de los vehículos con chasis independiente y suspensión preparada para cargar muchos kilos en su espalda. La dirección es pesada y más directa de lo esperado en una pick-up, comandada por un volante de aro pequeño. El único punto que desentona es la selectora de cambios muy dura.

El 3.2L tiene un empuje mastodóntico, no se siente explosivo, pero en cada solicitud del pedal derecho hace notar los 470 Nm de torque entre las 1.500 y 2.750 rpm. Esto muestra una de las mejores cualidades de éste motor, es ultra elástico y empuja parejo casi desde la base del tacómetro.

A 120 km/h viaja con apenas más de 2.000 rpm, sin ruido mecánico y de rodamiento, solo aerodinámico, y la computadora indica que puede recorrer alrededor de 12.0 Km por cada litro de gasoil. El motor suena Diesel a bajas vueltas, pero cuando se aprieta el pedal derecho emite un sugestivo ronquido, seguramente por tener 5 cilindros en línea. Al correcto aplomo en velocidad, brinda mucha seguridad cuando hay que frenar, agachando la trompa y consiguiendo más agarre del esperado para su mole.

En caminos de tierra o ripio, con tracción simple, ante cualquier exageración sobre el acelerador aparecen inmediatamente los controles de tracción y de estabilidad para calmar las voluptuosas cifras de potencia y torque. Además, trepa cualquier pendiente sin conectar la Baja y con el motor casi regulando.

 

Conclusiones                     

La nueva Ford Ranger le transmite a su conductor que se trata de un vehículo grande, pesado y muy robusto. Esto puede jugar en contra, dando la sensación de no haber alcanzado el grado óptimo de refinamiento, o de forma positiva, haciéndonos sentir que estamos manejando un vehículo de esos indestructibles, que nunca va a dejar de “poner el lomo” para trabajar.

Su combinación de estructura y andar sólido, con bondades Hi-Fi propias de un vehículo moderno, inclusive promueven a la Ranger como una buena alternativa a un SUV, al menos para quienes quieran hacer verdadero off-road. Solo un precio exagerado respecto de la competencia, o alguna catástrofe técnica debería alejarla del suceso.

Nueva Ford Ranger en marcha by Autocosmos.com

Hernando Calaza. Fotos: Ezequiel Las Heras recomienda