Si alguna vez sentiste mareos durante un viaje en auto, es porque has experimentado el mareo por movimiento o cinetosis.
Éste se da cuando tu cerebro recibe un informe instantáneo procedente de tus sentidos e intenta congeniar la información para darse una idea sobre qué estás haciendo, así que si en determinado momento la información no coincide con lo que ves podés llegar a sentrir mareos, cansancio, sudor o náuseas. Si para un adulto es difícil manejar esta situación, para un niño resulta más complicado, así que te damos varios tips para evitar esta sensación:
Inventá distracciones para el niño, así se olvida del viaje y se entretenga con otras cosas, así que podes llevar algún juguete, aprovechar el tiempo para charlar, cantar o si disponés de un reproductor portátil, ponerle alguna película para mantener su mente ocupada.
Evitá fumar y mantené el auto ventilado, esta norma básica del sentido común ayuda mucho a tu pequeño ya que el olfato es el más sensible de todos los sentidos.
Hacé que tu hijo viaje siempre mirando hacia el frente, es decir, que vaya orientado en el sentido de la marcha, nunca mirando hacia atrás (salvo que vaya en la silla para bebés). De esta manera, sus ojos y oídos captarán el movimiento simultáneamente, por lo que su cerebro recibirá un reporte congruente. También, puedes hacer que vea el paisaje, una buena idea es jugar a contar vacas, postes de luz, o leer rápido los números de los mojones kilométricos.
Procurá de que no ingiera alimentos pesados antes de viajar y si le da hambre durante el trayecto, debe comer en pequeñas cantidades, ya que así es más fácil la digestión y se evitarán las naúseas.
Si ya está mareado o incluso tiene ganas de vomitar, detené el auto y acompañá a tu pequeño a estirar las piernas, esto le ayudará a sentirse mejor.
Recordá manejar con suavidad, de esta manera tu pequeño no detectará movimientos bruscos. Es importante señalar que mientras uno conduce es difícil marearse, ya que el cerebro sabe cuándo acelerás, frenás o girás el volante, por lo que toda la información que recibe es congruente.
En caso de que ninguno de estos consejos funcionen y tu hijo siga mareándose al viajar, consultá a su médico para asegurarte de que no tenga algún problema en el oído interno o cualquier otra parte del cuerpo encargada de sentir el movimiento.