Hace 14 años, el piloto Sam Schmidt se encontraba entrenando en el Walt Disney World Speedway para la siguiente temporada de Indy Racing League (IRL) cuando tuvo un accidente, en el que lamentablemente perdió la movilidad en las piernas y brazos. A pesar de esto, su amor por las carreras no desapareció, al contrario, es co-fundador del equipo Schmidt Peterson Motorsports y para las 500 millas de Indianapolis de este año retomará su carrera como piloto a bordo de un Chevrolet Corvette Stingray.
Si te estás preguntando cómo lo logrará, la respuesta es sencilla; Schmidt Petersen Motorsports junto con Arrow Electronics comenzaron con el proyecto SAM -Semi-Autonomous Motorcar-, que permite controlar un auto con los movimientos de la cabeza.
Este proyecto cuenta con cuatro cámaras infrarrojas montadas en el habitáculo del auto que captan las indicaciones de Schmidt que usa una gorra con pequeñas bolas reflectantes. Si inclina la cabeza hacia la izquierda o derecha es para ir hacia cualquier de esos lados, si mueve hacia atrás la cabeza es para acelerar y para frenar, debe morder un sensor que trae en la boca.
En cuestión de milisegundos, esas señales se verifican con el fin de cerciorarse de que eran intencionales, no el resultado de un movimiento involuntario o un estornudo, y se transfieren a una computadora que controla los actuadores rotativos que giran el volante y se acoplan a los pedales.
Adicionalmente una unidad GPS montada cerca de la parte trasera del auto comprueba la ubicación 100 veces por segundo y advierte al piloto si se encuentra a menos de un metro del borde de la pista.
El proyecto SAM cuenta con el respaldo de Ball Aerospace y el laboratorio de investigación de la fuerza aérea de EE.UU.
A continuación te presentamos el video para que conozcas este proyecto: