Los años pasan y las cifras que logran las automotrices son cada vez más impresionantes. En el rubro de los motores, muchas marcas han marcado hitos cuando se trata de nafteros, como Volvo con su 2.0 L triturbo de 450 CV o Nissan con su tres cilindros turbo de 1.5L y 400 CV para Le Mans. Pero en el rubro de los Diésel, el Grupo Volkswagen siempre ha dado la nota. Ahora, nos presentan un nuevo motor de cuatro cilindros y 2.0L que logra nada menos que 268 CV, una cifra que lo ubica como el motor Diésel de cuatro cilindros más potente del mercado.
Buena parte de este logro se lo lleva una novedad tecnológica que ya nos había adelantado Audi, y que si sos seguidor de la F1 seguramente conocés; un turbo de dos etapas con asistencia eléctrica. Como su nombre lo indica, las aspas del turbo no necesitan de una elevada presión de los gases de escape para comenzar a girar, sino que esto lo hacen asistidas por un motor eléctrico. Con esto se elimina el famoso “lag”, permitiendo la adición de un turbo que trabaje a mayor presión.
Este nuevo motor representa una mejora del 14% en la performance con respecto al actual TDI de 240 CV que equipa algunos vehículos de la gama Volkswagen en el mundo. Además del turbo con asistencia eléctrica, este motor incorpora una nueva distribución variable y una válvula piezoeléctrica para la inyección por common rail que funciona con una presión de hasta 2.500 bares. La cifra de torque no fué declarada por la marca, aunque se espera que ronde los 500 Nm.
Además de este motor, Volkswagen presentó una nueva caja DSG de 10 marchas denominada DQ511, que según el fabricante puede soportar fuerzas de hasta 550 Nm. y cuenta con la particularidad de poseer un sistema de recuperación de energía cinética de la frenada y la capacidad de apagar el motor cuando se levanta el pie del acelerador. Quizás estemos alcanzando el límite de cambios en una caja de velocidades tal como dijo el CEO de ZF hace dos años, aunque siempre el futuro nos trae gratas sorpresas.
