Mientras que por un lado los castigos para aquellas personas que conducen bajo los influjos del alcohol han hecho que los caminos sean un poco más seguros, la cantidad de automovilistas que toman el volante tras haber fumado marihuana o algún otro tipo de dorga ha aumentado en los últimos años de acuerdo a un estudio realizado por el Departmento de Transporte de la National Highway Traffic Safety Administration (NHTSA) de los Estados Unidos.
En esta investigación queda demostrados que el número de conductores alcoholizados ha disminuido en 1/3 desde 2007, y en más de 3/4 partes si se compara con el primer estudio realizado en 1973. Por su parte, en 2014, casi 1/4 de los automovilistas dieron positivo en el uso de fármacos. Esto es un crecimiento cercano al 50% si se compara con 2007.
Sin dudas, el uso de drogas tras el volante es igual o más peligroso que quien conduce embriagado. Estudios demuestran que las personas que están bajo los efectos de la marihuana tienen más probabilidades de estar involucrados en accidentes. Otras investigaciones que utilizan simuladores de conducción y pistas de pruebas han encontrado que la marihuana (a niveles de dosis suficientes) eleva el riesgo de los conductores.
Es importante que tanto que los automovilistas como los gobiernos pongan atención ante esta situación, más cuando cada vez más estados y países han legalizado el consumo de la marihuana, pero no siempre dejan en claro las limitaciones de su uso.
