Luego de dos días de limbo en el mercado automotriz, el gobierno ha oficializado mediante el Decreto 1243/2015 publicado en el Boletín Oficial de hoy, la modificación del impuesto interno a los vehículos de lujo, que tanto dió que hablar en los últimos meses.
Si bien las versiones más optimistas rumoreaban un aumento de la base imponible no más allá del 13%, grata ha sido la sorpresa para varios con el anuncio de que la cifra se ha estirado hasta un 15%, con el agregado de que ahora se implementa una cláusula que beneficia a los vehículos de producción local.
Así, el impuesto ahora afecta a los vehículos con un precio de venta al público superior a los $340.000, (el decreto estipula un monto de $225.000 sin impuestos, o sea, el precio de fábrica, monto que antes era de $170.000) estos vehículos tributarán un 30%, con la novedad de que los fabricados en Argentina sólo tributarán un 10%.
La segunda escala del impuesto comprende a los vehículos cuyo valor de venta al público supere los $455.000, ($278.000 sin impuestos, antes $ 241.500) que tributarán un 50%, mientras que los nacionales lo harán en un 30%. Esta diferenciación entre los vehíuculos nacionales e importados seguramente no caiga en gracia para los industriales brasileros que ahora pierden competitividad, aunque es muy bien vista por los productores locales.
Este decreto tiene vigencia hasta fin de año, donde seguramente se realizará un nuevo ajuste. Ahora habrá que esperar ver cómo reaccionan las automotrices ante las nuevas reglas del juego, que si bien responden a varios de los reclamos que han hecho durante estos meses, supone un reacomodamiento de los precios y las gamas, que en muchos casos se ven nutridas por nuevos lanzamientos, cuyos precios eran (y por ahora lo son) todo un misterio.
