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Prueba nueva BMW X1, la segunda generación

Luego de cambiar el planteo mecánico, esta drástica evolución que supera las expectativas.

Prueba nueva BMW X1, la segunda generación

Presentada hace pocos meses, en Autocosmos ya tuvimos el privilegio de probar a la nueva BMW X1. La primera generación tenía como su principal atributo, una dinámica excepcional y deportiva, ya que empleaba una disposición mecánica de motor longitudinal y tracción trasera, característica que le otorgó unas proporciones un tanto controvertidas, sobre todo para un SUV. La trompa era muy larga, la altura con respecto del piso era poca y en general podemos decir que parecía más un hatchback levantado que un SUV hecho y derecho.

Esta nueva BMW X1  emplea una plataforma completamente distinta, al igual que el Serie 2 Active Tourer, recurre a un planteamiento mecánico de motor transversal y tracción en el eje delantero; existen variantes con tracción xDrive a las cuatro ruedas pero se centra más en la tracción delantera. Este cambio ha permitido a BMW entregar un X1 más espacioso, práctico y atractivo desde cualquier ángulo, de hecho parece un X5 en miniatura, lo cual es muy bueno.

 

Más espacio

Pese a ser 15 mm más corta que antes -para un largo total de 4.439 mm-, la nueva BMW X1 es sustancialmente más espaciosa. El banco trasero gana 40 mm de espacio para las piernas, que se pueden incrementar en 65 mm gracias a que se puede recorrer, para lograr un total de 125 mm adicionales. El baúl ganó 85 litros, para ofrecer un total de 505 que al reclinar los respaldos del banco posterior crecen hasta 1.550 litros.

El ancho ahora es de 1.821 mm, es decir 23 mm adicionales, mientras que la altura se incrementó en 53 mm, para un total de 1.598 mm. Por su parte, la posición de manejo ahora es 40 mm más elevada, por lo que la sensación de manejo ahora está mucho más acorde con lo que se espera de un SUV.

 

Mecánica y seguridad

Bajo el capot encontramos el mismo conjunto mecánico del Serie 2 Active Tourer, es decir un nuevo bloque de 2.0 litros con turbo e inyección directa que entrega 192 CV a 5.000 vueltas y 280 Nm de torque desde las 1.250 rpm. La transmisión es automática de 8 velocidades con modo manual que envía la potencia al eje delantero.

La nueva BMW X1 cuenta con una función denominada Performance Control, que no es otra cosa que una función de diferencial con distribución de torque vectorial que trabaja mediante electrónica y no mecánica. Es decir al tomar una curva, se envía más potencia a la rueda que va en la parte exterior a efectos de mejorar el desempeño, esto se hace aplicando el freno a la rueda interior.

En materia de seguridad encontramos: 6 airbags, ABS, control de estabilidad DSC y de tracción DTC, sensores de estacionamiento con alertas acústicas y visuales además de cámara de visión trasera.

 

Comportamiento dinámico

Para este primer contacto, viajamos a las Barrancas del Cobre ubicadas en el estado de Chihuahua, México, un lugar que se destaca por las increíbles vistas y paisajes que ofrece. La ruta elegida fue del Divisadero ubicado ligeramente por arriba de los 2.000 metros sobre el nivel del mar y hacia el pueblo de Batopilas que está a poco más de 500.

El camino de doble sentido, bien trazado y en buen estado general permitió conocer la buena respuesta del motor y suavidad de funcionamiento de la caja que siempre encuentra la relación perfecta para ofrecer la potencia suficiente, incluso dejándome saber que queda algo de poder extra por si fuera necesario.

Cuando inició el descenso en serio, las pendientes pronunciadas, curvas cerradas y el desfiladero interminable a nuestro costado ponían a prueba en primer lugar, mi prudencia al volante, pero también todos los componentes mecánicos de la X1 que fueron exigidos al máximo, ya que como ingrediente adicional se trata de una zona de muchos derrumbes, al punto que en buena parte del recorrido había que ir esquivando las piedras que quedan desperdigadas en el pavimento. Por si lo anterior fuera poco, llovía bastante, razón por la cual la adrenalina estaba a flor de piel.

A unos 50 kilómetros de la meta, nos topamos con un derrumbe que había acabado con la ruta por completo, ahí había una pequeña desviación que nos obligó a bajar hasta el nivel de la cañada, claro ya en un camino improvisado de terracería adornado a un costado por un río con caudal medianamente respetable, mientras que del otro, por una inmensa pared de rocas que por lo menos desde mi perspectiva, amenazaban con deslavarse a la mínima provocación.

Despacio, cruzamos el río por un puente con estructura de acero y piso de madera, para seguir unos kilómetros más en la terracería, este otro lado parecía menos riesgoso, aunque la lluvia no cesaba y el piso ya acumulaba bastante agua. Aquí el X1 mostró buena calidad de ensamble, no se producían ruidos o crujidos extraños ya sea de la suspensión, bastidor o paneles del interior.

 

Conclusiones

El nuevo BMW X1 superó nuestras expectativas. Considerando el drástico cambio en planteamiento mecánico teníamos cierto escepticismo; sin embargo, la segunda generación es un producto más balanceado e innegablemente mejor logrado desde el punto de vista estético. Resulta a todas luces superior al Mercedes-Benz GLA y aunque el Audi Q3 también recibió un facelift recientemente, casi podríamos asegurar que la balanza también se inclinaría en favor del X1.

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