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Test drive

Manejamos las nuevas Chevrolet S10 y Trailblazer

Durante la presentación de la pick-up y el adelanto del todoterreno tuvimos oportunidad de acumular kilómetros por caminos en mal estado.

Manejamos las nuevas Chevrolet S10 y Trailblazer

La renovación de la S10 y de su prima, la Trailblazer no se basó solo en la estética, que llevó los nuevos lineamientos globales de la marca al frente de ambos modelos, también incluyó cambios en el interior, mejoras en el equipamiento y en la mecánica. Durante la presentación pudimos manejar ambos productos y así tener las primeras impresiones que nos dejaron.

 

Interior

Los primero que llama la atención es el nuevo tablero, ahora las líneas son de tipo horizontal y de estilo SUV. La zona central es menos despojada que antes, aparecen pantallas táctiles de 7” u 8” (dependiendo de la versión) y el anterior climatizador en formato circular deja su lugar a un sistema más convencional. También aparece una fila de teclas de estilo retro desde donde se activan las balizas y algunos asistentes como el control de descenso.

El cuadro de instrumentos también es nuevo, dejando atrás los marcos profundos inspirados en el Camaro para ofrecer un estilo más limpio. Los indicadores de temperatura y combustible  pasan a la parte superior donde son agrupados por un marco cromado y el velocímetro y el tacómetro enrocan sus posiciones quedando el segundo a la derecha.

Lo más interesante es la mejora en sensación de calidad percibida

Lo más interesante es la mejora en sensación de calidad percibida. Como sucede en casi todos los modelos del segmento, los plásticos siguen siendo algo “baratos” para un vehículo tan caro, pero ahora las S10 y Trailblazer se alejan más de los modelos compactos de la marca dando idea de solidez, calidad y terminaciones.

 

Detrás del volante

La posición de manejo en ambos modelos sigue siendo un poco extraña con la pedalera muy cerca del piso, y si bien tiene regulación en altura de butaca y volante, el segundo aún no ofrece ajuste en profundidad. Los asientos, al menos de las versiones High Country, son muy cómodos y casi todo está a mano, ya sea el sistema multimedia como el resto de los comandos. Pese a la cantidad de controles en el volante la combinación de botones e interruptores hace que sea fácil identificarlos sin tener que mirarlos.

Chevrolet comentó que no tocó la potencia del 2.8L TDi (200 CV y 440 Nm, o 500 Nm en las AT) pero que realizó una serie de mejoras para reducir las vibraciones que llegan a la cabina. Efectivamente, esas medidas asociadas a la dirección eléctrica y la correcta insonorización liberan la cabina del ajetreo diésel, al menos cuando regula y a velocidades intermedias. Por su parte, la falta de tacto propia de las direcciones eléctricas no es problema en este tipo de vehículos e inclusive llama la atención que Chevrolet no haya decidido sobreasistirla a muy baja velocidad.

Chevrolet realizó una serie de mejoras para reducir las vibraciones que llegan a la cabina.

Manejamos la pick-up con caja manual y la Trailblazer con la automática. En principio parece que tanto el embrague como la selectora son más suaves que en la S10 saliente, donde eran algo bruscos. La transmisión automática hace un buen trabajo, solo se queja con algunos tirones en algunos rebajes. La crítica acá es para el motor, no por su empuje, pero si por su negligencia a menos de 1.500 rpm, inclusive algunas veces pide 1º bajo amenaza de apagarse, la cual hizo efectiva en varios casos. Obviamente esto no sucede en con la caja automática.

Respecto del confort de marcha, resultó muy bueno sobre caminos desparejos, casi sorprendente en la Trailblazer que además aprovecha resortes helicoidales en lugar de los elásticos longitudinales.

 

Conclusiones

La renovación de las Chevrolet S10 y Trailblazer resulta muy positiva, la estética es correcta, aunque debería diferenciar mejor la pick-up de la SUV, y el interior ganó en tecnología y sensación de solidez. La calidad de vida a bordo también es mejor y hay muchos gadgets disponibles.

El punto débil, en el caso de la S10 es la seguridad pasiva ya que toda la gama ofrece solo 2 airbags (6 en la Trailblazer) y no trae anclajes Isofix. A su favor, toda la gama tiene ESP y a partir de la LTZ hay una moderna batería de asistentes como los de aviso de cambio de carril o de choque inminente que ayudan a evitar accidentes.

Respecto de los precios, al menos en su etapa de lanzamiento, Chevrolet decidió ser agresiva respecto de la competencia, incluyendo a la SW4 en el caso dela Trailblazer. Además, ahora tiene más disponibilidad de unidades y de gama, ¿volverá la S10 a ocupar el podio de las pick-ups más vendidas de Argentina? Esperamos a hacerle una prueba completa para saber cómo se comporta en ruta y en ciudad para confirmarlo.

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