La fotografía fue, es y seguirá siendo la mejor forma de retratar esos instantes que se le escapan al fanático del automovilismo. Muchos piensan que en el ámbito deportivo hay poco espacio para la expresión artística, pero si se busca bien, podemos encontrar varios fotógrafos que más allá de la labor periodística, logran crear una estética que los identifica en un mundo cada vez más superpoblado de imágenes.
Uno de estos fotógrafos es Joshua Paul, quien a su vez es co-fundador y director de la revista Lollipop Magazine, encargada de retratar a la categoría reina desde una perspectiva enfocada en el diseño. Joshua tuvo una buena idea, y aunque suene contradictorio, con una reliquia logró traernos algo completamente nuevo.
Utilizando una Graflex 4x5 fabricada en 1913, este fotógrafo profesional se escabulle entre equipos de miles de dólares y prepara con paciencia sus disparos. Cada foto es una placa que hay que cambiar, así que no hay chance de realizar varias tomas. Quizás por pensar muy bien cada encuadre, planificar cada enfoque y arriesgarse en cada toma, es que el resultado final es tan llamativo, más allá de los resultados.
Al fin y al cabo, la belleza de la imperfección es justamente eso, una analogía del error humano.
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Galería de La F1 actual, con una cámara de 104 añosIr a la galería
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