La lenta muerte de Saab puede tener su historia de resurrección. Luego de pasar por varias manos y una quiebra, la empresa quedó en manos de la china National Electric Vehicle Sweden (NEVS), que ahora podría revivir a la marca sueca.
Aunque se esperaba que NEVS fabricara autos 100% eléctricos bajo el nombre Saab, finalmente el sello será, justamente, NEVS. Tampoco se usará la planta que Saab tenía en Trollhättan, sino una en el gigante asiático, desde donde saldrán los modelos 9-3 (un sedán) y el 9-3X (una SUV). En ese nombre vemos un homenaje al Saab 9-3, sedán deportivo lanzado en 2003, cuando la marca aún pertenecía a GM, cuya plataforma y componentes fueron cedidos a NEVS. De hecho, el diseño es muy similar, salvo por los grupos ópticos delanteros y traseros, así como la parrilla frontal. El motor, claro, es todo nuevo y tendría una autonomía de hasta 300 km con una carga, según la firma.
Entre las novedades se incluye un sistema de actualización en línea (over-the-air), capacidad para compartir internet, control remoto a través del teléfono y un sistema de filtros de aire de alta potencia capaz de eliminar hasta el 99% de las partículas nocivo para la salud, algo nada menor en la contaminada China. Las primeras unidades se destinarán a un programa de auto compartido en Tianjin, ciudad con alrededor de 15 millones de habitantes.
Más allá de esa primera tanda, el acuerdo indica 150.000 autos con la firma de leasing de autos eléctricos Panda New Energy, que deberán ser entregados entre 2018 y 2020.
