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Test drive

Prueba Citroën C-Elysée Diésel: Campeón de turismo

Manejamos la versión HDi para un test a fondo con mucha ruta y comparándolo con el Peugeot 301.

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El Citroën C-Elysée se lanzó a finales de 2016 en Argentina, y a comienzos de este año en Europa tuvo un restyling que llegó muy rápido a nuestro país, por eso tenemos ya entre nosotros a esta renovación a tan poco tiempo de su lanzamiento. En un comienzo, el C-Elysée venía en una sola versión, pero ahora se sumó esta versión Diésel que vamos a conocer y también una versión naftera automática con caja de 6ta, lo mismo que sucede con el Peugeot 301, que sería como el hermanito de este auto dentro del Grupo PSA. ¿Y si son tan parecidos, por qué elegí esta versión? Porque como en las versiones Diésel de los dos modelos el Citroën es el más equipado, me pareció mejor probarlo y mostrártelo para ver todas las cosas que tiene, además de que tenía ganas de hacerle unos cuantos kilómetros.

Diseño

El C-Elysée adoptó los nuevos trazos de Citroën a nivel global, algo que se puede ver en el su frontal, con nueva parrilla que prolonga los chevrones hasta los faros, y una sección inferior que incorpora las luces LEDs y los rompenieblas dentro de marco cromado. En el costado se pueden ver nuevas llantas de aleación de 16” bitono, mientras que atrás aparecen faros con estética 3D. Si querés verlo más en detalle y conocer las diferencias con el Peugeot 301 (con quien comparte plataforma y gran cantidad de componentes) te recomendamos ver el video al final de la prueba.

Interior y Equipamiento

El Citroën C-Elysée es un vehículo que en Europa es un low-cost del segmento compacto. Pero si lo comparamos con los compactos económicos del Mercosur, vamos a notar que hay otro tipo de calidad percibida. Si bien los materiales son plásticos duros y las únicas superficies suaves al tacto son el cuero del volante o algún pequeño aplique de tela que tenemos en las puertas, la buena calidad de este vehículo se percibe más que nada por el tema de los ensambles, están todas las cosas bien agarradas y se nota que van a estar ahí por un buen tiempo.

A nivel de decorados vamos a ver que Citroën usa el color champagne en el tablero y repite también este color en un aplique en el volante y en las manijas de las puertas. Lo mismo pasa con un metalizado satinado que rodea el pomo de la palanca de cambios y las manijas de las puertas.

el C-Elysée es un auto muy cómodo

Hablando de ergonomía, podemos decir que el C-Elysée es un auto muy cómodo. Hay mucho espacio para los ocupantes, tanto para la gente que vá atrás como para el que está en el puesto del conductor, donde tenemos bastante espacio con respecta al acompañante. Eso sí, las cosas se empiezan complicar cuando queremos empezar a dejar cosas, no tenemos muchos espacios portaobjetos más allá de un pequeño hueco delante de la palanca de cambios y en el apoyabrazos, donde si bien hay espacio para guardar cosas, queda cerrado. Me llama la atención como es que varias marcas (por no decir la mayoría) pareciera que se olvidan que hoy en día todos tenemos un smartphone en el bolsillo que muchas veces es mas cómodo sacárselo del pantalón para manejar.

Otra cuestión relacionada a la comodidad que puede resultar un tanto polémica es la posición de los levantavidrios, ubicados en la parte central por delante de la palanca de cambios, haciendo que tengas que usar la mano derecha, (que no suele estar acostumbrada a bajar un vidrio). A decir verdad esto no es algo malo, simplemente una cuestión de costumbre que puede llevarte unos días. Lo que sí es criticable en este vehículo es que no cuente con sistema one touch en ninguna ventana, así que vas a tener que quedarte pulsando hasta bajar todo el vidrio.

A nivel equipamiento, en esta versión Feel tenemos a partir del restyling una pantalla multimedia de 7” táctil que cumple muy bien sus funciones, con buena velocidad. Eso sí, con el  GPS tuve algunos problemas con la carga de calles. El resto del sistema multimedia funciona muy bien, se conecta perfectamente al teléfono con Android Auto y Apple CarPlay para espejar las funciones del smartphone.

Otros ítems de equipamiento son los espejos retrovisores con ajuste eléctrico, los cuales son de buena medida, aportando bastante a la visibilidad, un aire acondicionado que se asemeja estéticamente a un climatizador, ya que en vez de perillas tenemos botones para operarlo. Cuando metemos reversa no tenemos una cámara de retroceso, pero sí tenemos sensores de estacionamiento que se muestran en la pantalla.

Y en la parte de atrás encontramos lo que quizás sea una de las cosas más importantes que tiene el C-Elysée, el baúl. Es enorme, si bien no tiene un botón para la apertura manual, podés abrirlo tocando un botón que está al costado del volante o usar el comando de las llaves. Una vez que lo abrimos, podemos ver que Citroën le puso una superficie plana, haciéndolo muy profundo, con una capacidad que puede ampliarse al rebatir los asientos. Cuando levantamos el piso del baúl tenemos una rueda de auxilio que no es homogénea, ya que tiene una medida 185/65 R15, cuando el auto calza unas 195/55 R16. Si bien estas medidas son bastante equivalentes, la marca decidió poner una rueda ligeramente distinta en el auxilio porque con esto se ganan algunos milímetros y se puede lograr un baúl plano, pero al hacerlo nos dejó de auxilio un neumático de otro fabricante y con otro tipo de llanta, al menos en esta unidad de prueba.

Mecánica y Seguridad

Bajo el capó tenemos a la estrella de esta versión, un cuatro cilindros 1.6L turbodiésel de 92 CV y 230 Nm., que llegan al eje delantero mediante una caja manual de 5ta. Este motor responde muy bien y otorga excelentes cifras de consumo, aunque eso es algo de lo que vamos a hablar en el apartado de Comportamiento Dinámico.

A nivel seguridad el C-Elysée también se destaca, (salvo en su versión base que viene con lo justo) pero a partir de la versión Feel tenemos en todas las versiones 4 airbags, sistema de control de estabilidad, (ESP) anclajes ISOFIX y cinturones de 3 puntos en todas las plazas.

Comportamiento Dinámico

Obviamente que al tratarse de un Diésel, teníamos que salir de viaje. A la hora de viajar en ruta, el C-Elysée tiene una calibración de suspensión confortable, pero sin perder el compromiso dinámico. Se siente bien plantado al asfalto, sin percibirse ningún vicio en el rolido. Lo que sí nos llamó la atención es la insonorización, si bien los motores Diésel suelen hacerse sentir, (y este no es la excepción) además del impulsor tuvimos un poquito de ruido aerodinámico desde los espejos y en la parte de superior de la ventana. Más allá de eso, es realmente un auto muy cómodo para viajar, las butacas son muy cómodas también y sumado a la suspensión confortable, hace que se convierta en una máquina de comer asfalto.

Obviamente que al tratarse de un Diésel, teníamos que salir de viaje

Si vamos a 120 Km/h de GPS, el velocímetro nos vá a estar marcando 123 Km/h., lo que no es un error tan grande. A esta velocidad el motor trabaja a unas 2.600 rpm., y estamos teniendo un consumo de 5.1L/100Km. Por otro lado, a 130 Km/h de GPS estamos a yendo a unos 133 Km/h de velocímetro, con el motor girando a unas 2.850 rpm y con un consumo promedio de 5.7L/100Km. Esto es un muy buen consumo, en parte también gracias a la velocidad crucero.

Ya en ciudad, cuando tenemos el motor en marcha obviamente nos damos cuenta que estamos en un Diésel, pero cuando apenas lo empezamos a manejar, se siente y se escucha como cualquier auto. Hablando de sensaciones, el motor de éste vehículo (y bueno, de varios vehículos Diésel) tiene la particularidad de que quizás no tenga tanta potencia (92 CV pero tiene mucho torque. ¿Qué quiere decir esto? Que tiene realmente mucha fuerza. Esto se siente tanto en ruta al momento de un sobrepaso como en la ciudad, donde no es tan necesario rebajar cambios para poder tener reacción.

Respecto al consumo urbano, obviamente que depende mucho de tu estilo de manejo, y depende mucho también de cómo esté el tránsito. Con un tránsito relajado, pudimos lograr un consumo de 5.5L/100Km y con el tránsito un poquito más trabado, ya pasamos a los 7L/100Km. En cualquiera de los dos casos, la verdad es que es una cifra muy buena.

Hablando de suspensión, el C-Elysée, (como buen Citroën) tiene una orientación hacia el confort, aunque la suspensión es un poquito seca, más que nada en el eje trasero. Más allá de eso, es un auto con el que te podés mover por una ciudad con el asfalto deteriorado completamente sin problemas. Aunque claro, al ser un sedán sin tanto despeje, si tenés un pozo muy grande o un camino de huella en la tierra puede ser que sientas que estás exigiendo la suspensión al tope.

Conclusiones

El Citroën C-Elyseé HDi es un auto que se propone conquistar a todos los que tienen a los viajes de larga distancia como un hábito y buscan una alternativa accesible en el mercado de los Diésel. Claro que al estar dentro del segmento de los compactos tenemos algunos puntos flojos, como la ausencia de one touch en los levantavidrios o la falta de espacios portaobjetos en el interior. Por otro lado, si bien prima cierta austeridad en los decorados sin ningún plástico rebuscado ni ningún lujo extravagante, la verdad es que Citroën se las ingenió para hacer un vehículo con una buena calidad con pocos elementos, un ejemplo para el resto.

Por otro lado, las personas que viajen a bordo lo van a hacer con una comodidad superlativa, con mucho espacio disponible y un baúl enorme para guardar todo el equipaje. Además, el motor de este vehículo es otro punto altamente destacable, con bajos consumos, un tanque de 50 L que permite una gran autonomía y una buena respuesta gracias a su torque.

Si sos de viajar, es una gran opción. Y si estás dudando entre el Citroën C-Elysée o el Peugeot 301, mirá el video relacionado donde los comparamos.

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