Con la mayor transformación en sus 39 años de historia, la nueva generación del Mercedes-Benz Clase G ha iniciado su producción.
Fabricado por Magna Steyr para Mercedes-Benz, este nuevo episodio del Gelandenwagen ha visto perfeccionado cada uno de sus componentes para continuar con su historia exitosa. A diferencia de muchos todoterrenos del estilo del Clase G que han dicho adiós o bien han sufrido un cambio radical en su diseño, este vehículo se mantiene fiel a su ideología. En resumen, la nueva "G" sigue siendo una "G", solo que mejorada.
Además de continuar con la tradición de ser cuadrado, la producción del nuevo Clase G se lleva a cabo en el mismo lugar que hace 39 años: la planta de Magna Steyr ubicada en Graz, Austria. Es tal la tradición de esta fábrica que tiene un proceso de producción casi artesanal, incluso algunos de los empleados han producido la Clase G desde 1979.
Otro punto a destacar de la planta copropiedad del constructor de automóviles que abastece a Mercedes-Benz es la pista de prueba en la montaña local de Graz, Schöckl. Su nivel de dificultad que presenta este trazado hace que un kilómetro equivalga a 50 km en la operación real.
Historia de éxito
El nacimiento de la Clase G se remonta a 1972, gracias a un acuerdo entre Daimler-Benz AG (hoy Daimler AG) y Steyr-Daimler-Puch (hoy Magna Steyr) para la creación de un todoterreno de alto desempeño.
Tres años más tarde, la decisión a favor de la producción de este modelo originó la construcción de nueva planta en Graz, Austria, que permitiera la producción de este nuevo modelo. Fue así que el 1 de febrero de 1979 comenzó la producción del Clase G.
Desde su introducción en 1979, se han producido más de 300.000 unidades, siendo 2012 un año especial, ya que a partir de ahí Mercedes-Benz ha establecido récord de ventas cada año. Si bien 2017 era último año de la generación anterior, fueron vendidas 22.000 unidades, siendo Alemania y Estados Unidos los países con más ventas.
