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Exclusivo: Prueba Alfa Romeo Stelvio

Hermosa, deportiva y de gran linaje. Una SUV que te puede seducir si podés pagar lo que vale.

Exclusivo: Prueba Alfa Romeo Stelvio

Todos, absolutamente todos, tenemos un camino favorito que nos gusta recorrer una y otra vez. Tal vez, sea por su hermosura, nostalgia o los sentimientos que nos provoca. Pero para los amantes de los vehículos de dos y cuatro ruedas, el camino perfecto debe de tener ese plus (como un buen pavimento y muchas curvas), que haga desear febrilmente la llegada del fin de semana o de cualquier oportunidad para transitar por él.

En este punto, seguramente, al igual que un servidor, ya tenés bien definida cuál es tu vialidad de ensueño, pero ¿creés que sea tan buena como para ser considerada la mejor del mundo?; bueno, como referencia, sería bueno saber que de acuerdo a los colegas de Top Gear, este título le corresponde al Passo dello Stelvio (Paso de Stelvio, en español) ubicado en Italia.

Pero ¿qué tiene de especial? para empezar, al estar sobre los 2.758 msnm, se trata de la ruta pavimentada de mayor elevación en los Alpes orientales y es ahí, donde a lo largo de 24 km, los amantes de los autos y motos han encontrado en sus 48 curvas cerradas un paraíso donde pueden saciar su hambre de velocidad y buenos paisajes. Por cierto, este lugar es el escenario donde cada año se celebra el Giro de Italia, una de las competiciones ciclistas más famosas y duras en todo el orbe. 

Precisamente es la combinación de belleza y dificultad técnica, así como por el legado en el mundo deporte, que el romántico Paso de Stelvio inspiró a Alfa Romeo para nombrar a su más reciente modelo. Tal vez no podamos viajar a Italia para transitar por este camino, pero en cambio, aprovechamos nuestra presencia en México para poder manejarla antes que nadie por un trayecto similar ¿Será esta SUV tan atractiva como su nombre lo sugiere? Veámoslo a continuación.

LL PRIMO SUV ALFA ROMEO?

Desde que la Stelvio hizo su debut internacional en el marco del Salón de los Ángeles 2016, Alfa Romeo no se ha cansado en decir que es su primer SUV en la historia, frase de marketing que al mismo contiene un poco de verdad como de mentira, ya que si nos guiamos a los anales, encontraremos que la idea de un integrar un deportivo utilitario llevaba décadas revoloteando en la mente de los directivos de la firma italiana.

Para encontrar al ancestro más antiguo, tenemos que viajar hasta la década de los cincuentas, cuando la firma italiana presentó al 1900M/Matta (AR 51), un ligero todoterreno militar al más puro estilo del Jeep-Willys, producido entre 1952 a 1954, del cual se produjeron un puñado de unidades para uso civil (al parecer sólo 52 unidades) con código interno AR 52.

Desde entonces, han aparecido una serie de eslabones perdidos, entre los que podemos mencionar al Z33 Tempo Libero Concept (1984) un vehículo de formas cuadradas que se basaba en la mecánica del Alfa 33 Hatchback, sólo que con más espacio y tracción 4X4. Bien podría ser un antecesor de las SUV compactas, tan populares a partir de la década siguiente.

Al año siguiente, se presentaron los Alfa Romeo 146 y 148, un par de todoterrenos conceptuales diseñados por el ingeniero Bruno Magnaghi, cuya misión era convertirse en los nuevos vehículos de la milicia italiana. Pero no estaban solos, ya que a la par, se contemplaba el desarrollo de una pequeña SUV para uso civil cuya llegada a las líneas de producción (en alianza con Nissan) estuvo a punto de concretarse. Pero el proyecto, por un motivo u otro fracasó en el proceso.

El siguiente simulacro llegaría en el Salón de Ginebra de 1997, con el Alfa Romeo Sportut diseñado por Bertone, el cual no trascendió más allá de su propuesta de diseño, a pesar estar basado en el 145. Pero la idea no era del todo desechada, ya que a los cinco años (2003) se presenta Kamal, una SUV con la plataforma del Brera. 

De hecho, a diferencia de los modelos mencionados, Kamal fue la que estuvo más cerca de llegar a las líneas de producción, tanto así que se fabricó una unidad de preproducción. Pero de nuevo, los problemas financieros y las malas decisiones corporativas truncaron un proyecto que seguramente hubiera cambiado la historia contemporánea de Alfa Romeo.

FARE GIRARE LA TESTA

Cabe decirlo, en vivo la Stelvio es mucho más linda que en las fotos. Sin duda, se mantiene inalterado el ADN de Alfa Romeo, donde se destaca el clásico y emblemático “trilobo” que no es otra cosa que la conjunción de la clásica parrilla con las aperturas laterales. Este emblema engloba 108 años de historia automotriz.  En el lado contrario, elementos como los grupos ópticos con LED nos hablan de un modelo actual, fresco.

Como curiosidad, durante la sesión fotográfica un agente de policía municipal se acercó a nosotros y aunque ustedes no lo crean, no lo hizo con el clásico argumento de “que sucede aquí joven ¿todo bien? me puede mostrar sus papeles, es una revisión de rutina…” (tan poco gratamente común en esta profesión), sino todo lo contrario. Quedó tan maravillado por la Stelvio, que nos preguntó todo acerca de ella, e incluso se tomó un tiempo para tomarse su respectiva selfie en el asiento de mando (ya ni los detectives de Miami Vice tenían tanto estilo).

Ya que comenzamos a hablar del habitáculo, hay que admitir que es una de las cartas fuertes de la Stelvio. Si bien con el Giulia, la marca ya había mostrado una gran mejora, esta SUV se muestra mejor lograda en todos los sentidos. Llama la atención que prácticamente a donde postremos la mirada, siempre encontraremos elementos forrados en cuero, siendo el rojo el color predominante que encontraremos no solo en los asientos, sino también en la consola central.

En cuanto a ergonomía no hay quejas, solo basta con un par de minutos a bordo para ubicar perfectamente donde están los controles y elementos principales. Obviamente, la mayor atención es captada por el cuatro de instrumentos TFT de siete pulgadas, así como la pantalla de 8.8’’ compatible con Apple CarPlay/Android Auto. Por su parte, el sistema de sonido firmado por Harman Kardon cuenta con 14 parlantes. En el tema de espacio, considerando sus pretensiones cumple cabalmente y prueba de ello es su baúl con capacidad de 525 Litros.

Aunque podría sonar que todo es perfecto, la verdad que no es así, ya que si bien los plásticos y materiales son de muy buena calidad, por alguna extraña razón no logran transmitir esa sensación de robustez que se experimenta a bordo de por ejemplo una BMW X3 o Audi Q5. De hecho, incluso la palanca para abrir el capó, brindaba un tacto extraño, como floja. Mismo caso para los botones para subir o bajar el volumen desde el volante.

Un par de pequeños detalles que, aunque pudiesen ser insignificantes, no deberían estar presentes en un modelo cuyo precio ronda los 93.000 euros.  Pero si nos atenemos a la historia, veremos que incluso en este aspecto mantiene fiel su origen italiano, ya que marcas de la talla de Lancia, Maserati e incluso Ferrari, han tenido siempre un “pero” en este rubro. Pero vamos, como toda “donna”, no busca ser perfecta, sino seducirte con otro tipo de encantos, de esos que vuelven locos a los autollamados Alfistas.

MAMMA MIA!

Antes de ponerme al volante de la Stelvio, mi mente repasaba todas las referencias leídas alrededor de este modelo y eso, por supuesto que incluye el récord de vuelta rápida en Nürburgring, logrado por la variante con el apellido Quadrigfolio. Si bien es cierto que nuestra unidad de prueba corresponde otra versión, algo tendría que tener para remitiese a ese misil italiano que conquistó el mismísimo infierno verde ¿o no?

Al estar altamente emparentada con el Giulia (con el que comparte plataforma), tenemos que el conjunto mecánico compuesto por un cuatro cilindros de 2.0 Litros turbo capaz de producir 280 CV y 415 Nm de par, el cual está acoplado a una caja automática de ocho cambios. No obstante, la principal diferencia en relación al sedán es la inclusión de un sistema de tracción integral Q4, que dependiendo de la situación puede llegar a comportarse como una tracción trasera.

Según la teoría, esto le permitiría acelerar de 0 a 100 km/h en 5.4 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 231 km/h. Pero para comprobarlo, tuvimos que jugar un poco con los modos de manejo Dynamic, Natural y Advanced Efficiency del sistema DNA. Obviamente, los primeros, hacen que la Stelvio sea una SUV familiar, ideal para transitar la ciudad. Incluso, el motor acusa un ligero turbolag y tanto la suspensión como dirección, son suaves. El escape apenas de escucha.

Pero en el modo Dynamic todo cambia y eso se percibe desde el momento en el que el motor se mantiene girando en la parte media-alta (aún sin exigirle) o con el despertar del sistema de escape que emite un sonido ronco. Ya con más confianza y adaptados a las levas de cambio fijas a la columna de dirección, pisamos con saña el pedal del acelerador y la respuesta ciertamente califica de deportiva y ágil, pero está muy lejos de ser un vehículo de esos que sentís que te quieren volar los sesos.

Al volante es evidente que no es un vehículo del todo ligero (1.828 kg con una repartición de 50:50), pero su agilidad y agarre, sorprenden. La transmisión realiza los cambios de manera progresiva, encontrando su mejor momento en las inmediaciones de las 2.500 y 4.000 rpm, que es cuando la fuerza transmitirá una ligera sonrisa en nuestro semblante.

Seguimos sin soltar el acelerador y en la recta de la pista logramos superar la barrera de los 220 km/h sin problema. Con un poco más de distancia, tal vez se hubiera rozado la máxima anunciada por casa oriunda de Milán. Ahora, para detenerse,  el sistema de frenos hace un excelente trabajo, mantiene todo bajo control. Destaca su resistencia, ya que se realizaron algunas bien intencionadas frenadas bruscas que buscaban algún error o muestras de fatiga. Ninguna se hizo presente. 

CONCLUSIONE

Aquí es donde empiezo a atar cabos y comienzo a hacer esas comparaciones odiosas. Sin duda, el manejo de Alfa Romeo Stelvio es similar al de un Audi Q5 (2.0 TFSI 252 CV) por aquello de la tracción integral, pero tiene el plus de ser mucho más emocionante, ágil y pasional. Muy a gusto de los entusiastas de la conducción deportiva, pero tampoco es la mejor. Y esta misma historia se repite en la sensación de calidad del habitáculo. No es que esté mal, pero no es exactamente lo que esperarías en una SUV cuyo costo tiene un precio digno de un departamento de 3 ambientes.

Vamos por esa cifra, te alcanza y te sobra para comprar ejemplares más poderosos y que además brindan una mayor sensación de calidad como una Audi SQ5 con 354 CV o una BMW X3 M40iA con 360 CV. Habrá quien argumente que cuenta el factor de que es una marca histórica y de gran abolengo, pero incluso, una Porsche Macan GTS (360 CV) parece una mejor compra.

Sin duda, la Stelvio es una gran SUV que no puede faltar en el garaje de cualquier Alfista que se jacte de serlo. Su imagen es innegablemente atractiva como ninguna otra y a su paso intimida y es motivo de admiración por parte de los demás automovilistas. Pero, para aquellos que no entienden la mística detrás de Alfa Romeo, resultará difícil comprender su precio, lo cual en realidad, más allá de algunos plasticos y ensambles cuestionables, resulta ser su único gran pecado. T

En este punto, creo que realizar un viaje a Italia, alquilar una Stelvio y acudir al Passo homónimosuena más atractivo y sano financieramente hablando…

 

 

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