Debido al retraso en las entregas del auto eléctrico más accesible de Tesla, el Model 3, el fabricante ha reducido las horas de producción enfocadas a sus otros dos modelos, el Model S y el Model X.
Esta decisión, afirma Tesla, no afecta el volumen de manufactura de los modelos antes mencionados, ya que se han mejorado los procesos de elaboración de dichas unidades, lo que permite la disminución de las horas de trabajo.
Con la producción del nuevo Model 3, Tesla tuvo que restructurar las líneas de manufactura y lidiar con fuertes recortes de empleados. Todo al mismo tiempo que implementa nuevos avances tecnológicos en el proceso de elaboración con el objetivo de reducir los costos de fabricación y evitar elevar los precios.
Una de las medidas tomadas por Elon Musk, CEO de Tesla, fueron la eliminación de la variante de 75 kWh en la capacidad de batería del Model S y el Model X.
El Model 3 tiene una elevada demanda, que aumentará con la versión Mid Range (con tecnología de autonomía intermedia) disponible para el mes de mayo. Esto, sumado a la eliminación gradual del apoyo fiscal gubernamental a autos eléctricos en Estados Unidos, podría hacer subir los precios. Actualmente ya vale USD 44.000, cuando originalmente tenía un precio de entrada de USD 35.000.
