Desde la noche del domingo, 50.000 trabajadores de General Motors afiliados al sindicato United Auto Workers (UAW) iniciaron una masiva huelga (la primera protesta de este tipo que desde 2007) lo que ha motivado en el cese de producción de 33 plantas en Estados Unidos.
Esta huelga también incluye a 22 instalaciones de distribución de componentes con plantas de producción de Canadá y México, país donde los trabajadores también reclaman mejores condiciones laborales, con sueldos muy inferiores a los que tienen sus pares estadounidenses.
¿Cuáles son los motivos de la huelga?
A partir de la crisis de 2008, el UAW se alineó con General Motors y demás fabricantes en busca de prevenir despedidos mediante la flexibilización laboral. Este proceso demandó a los trabajadores realizar "sacrifcios" para sobrellevar el mal momento de la economía tales como rebajar sus salarios y permitir a los empresarios dejar de ser responsables de los planes de salud de los trabajadores jubilados. Este recorte en sus derechos buscaba mantener los puestos laborales, pero ahora, 11 años después de la implementación de estas medidas, con los salarios congelados y ninguno de los beneficios "sacrificados" recuperados, (mientras que la empresa logró ganancias a niveles récord en 2018) los trabajadores y el sindicato reclaman salarios más elevados, pagos de sumas fijas, un mejor plan de beneficios y que la compañía limite el uso de empleos temporales y aumente el número de vacantes permanentes, para que los trabajadores puedan tener mejores beneficios de atención médica y seguridad laboral.
En palabras de dl vicepresidente de la UAW, Terry Dittes: "Defendimos a General Motors cuando más nos necesitaban. Ahora estamos unidos en unidad y solidaridad para nuestros miembros, sus familias y las comunidades donde trabajamos y vivimos".
Vale recordar que General Motors anunció un fuertísimo ajuste en sus operaciones globales, reduciendo su planta asalariada en un 15%, dejando de fabricar de sedanes y hatchbacks en cinco fábricas estadounidenses y cerrando dos plantas fuera de Estados Unidos. En el caso de la planta de Chevrolet en Alvear, Santa Fe, la misma no se encuentra afectada por esta medida, aunque sufrió suspensiones en su producción.
Lo que propone GM
Ante esta situación, General Motors declaró en un comunicado que ofreció salarios más altos y participación en las ganancias. Asimismo, prometió más inversiones para generar nuevos empleos, dentro de ellas está una inyección económica de USD 7.000 millones para los próximos años, y también prometió revisar una solución para dos de las cuatro plantas que actualmente están programadas para su cierre: una en Detroit. Michigan, y otra en Lordstown, Ohio. Para ello, General Motors podría producir una camioneta eléctrica en Detroit Hamtramck, y fabricar baterías para vehículos eléctricos en Lordstown, aunque todavía no es información oficial.