BMW Group inició en 2013 una asociación con Toyota Motor Corporation con el fin de garantizar las demandas tecnológicas que se esperan más allá de 2025 en cuanto a los vehículos con celdas de combustible de hidrógeno.
Básicamente, esta alianza fue creada para trabajar en sistemas de propulsión de celdas de combustible y en componentes modulares para los vehículos mencionados. En ese sentido, y particularmente a BMW, el vínculo le permitió no solo compartir conocimientos, sino también desarrollar la tecnología BMW iHydrogen NEXT.
Como todo sistema de celda de combustible, el de BMW genera energía eléctrica a partir de la reacción química entre el hidrógeno y el oxígeno del ambiente, y para lograrlo el futuro coche debe contar con dos de tanques de 700 bares, que pueden contener hasta seis kilos de hidrógeno.
Dentro de este sistema también hace su aparición la tecnología eDrive de quinta generación. De esta manera, la batería se coloca coloca sobre el motor eléctrico de 374 CV, nada menos.
La firma alemana espera que el modelo de producción masiva impulsado por esta tecnología llegue al mercado en la segunda mitad de esta década. Todo depende de las condiciones y requisitos del mercado global.
