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Tuning

"Altimaniac", el auto de los 2.000 CV hecho para derrapar

Conocé los trabajos hechos en esta bestia de cuatro ruedas.

"Altimaniac", el auto de los 2.000 CV hecho para derrapar

Si hablamos de drifting, lógicamente que aún hay gente que defiende el purismo y la ética tradicional de la disciplina, pero lo cierto es que mientras más se internacionalice, más subtipos de competencias van a aparecer. Pero eso no es todo, ya que también comienzan a aparecer verdaderas bestias que son bastante diferentes de los autos tuneados de forma casera que supo tener en sus inicios la especialidad japonesa.

Una de esas fascinantes creaciones propias del drifting actual llega de la mano de Chris Forsberg, tres veces campeón de la disciplina y que en conjunto con Valvoline y Nissan preparó el "Altimaniac", un showcar hecho para engomar circuitos a toda velocidad y también para entretener hasta a tres pasajeros.

El trabajo para poner a punto a este derrapador serial no fue fácil, ya que según el propio Forsberg se trata del primer auto de drift en tener un chasis 100% tubular. Esto significa que del Nissan Altima solo cuenta con la carrocería, más si tenemos en cuenta que el Altima es un auto de tracción delantera, por lo que resulta imposible de derrapar. Entonces, la estructura fue fabricada a medida por iConcepts e incluso con asistencia de tecnología CAD 3D, para poder ofrecer resistencia y seguridad.

El corazón de el Altimaniac es un motor de Nissan GT-R, o sea un VR38DETT capaz de alcanzar los 2.000 CV de potencia en su máxima configuración, pero que para la prueba en la que se sacaron las fotos que acá nos acompañan y primeras exhibiciones, solo está desarrollando 1.300 CV. También cuenta con electrónica MoTeC y sistema anti-lag para siempre poder contar con toda la potencia del turbo en cada curva. El motor fue preparado por T1Race, un equipo que tiene a su haber los impulsores más potentes jamás desarrollados sobre la base del V6 del GT-R.

Otro detalle interesante del Altimaniac es que los asientos de atrás tienen su propio cuadro de instrumentos, para que cada afortunado pasajero sepa con cuanta potencia se está mareando. 

Más allá de que es propio de las competencias de derrapes, el Altimaniac no está homologado para ninguna carrera de drifting, sino que solo es para shows y eventos de marketing. Por ejemplo, será la estrella de la copa de turismos Gridlife, que más bien cuenta con vehículos tipo "Time Attack" pero en un esquema de competencias tipo turismo, lo que propicia competencias muy ajustadas y "a la chapa".

¿Te gusta este Altimaniac? ¿Qué le cambiarías o agregarías? ¡Dejanos tu opinión en los comentarios!

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