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Mirá como quedó esta camioneta tras ser alcanzada por un rayo

A no menospreciar a uno de los fenómenos naturales que más daño produce.

Mirá como quedó esta camioneta tras ser alcanzada por un rayo

Siempre que se acerca una tormenta, es importante ser precavido cuando se está en la calle, debido a la posible aparición de rayos. Una de las reglas básicas es no estar debajo de los arboles, ya que actúan como pararrayos. En caso de estar allí o cerca del árbol, al caer un rayo cualquier persona puede llegar a morir o resultar gravemente herida, ya sea por la descarga eléctrica o por la caída de la planta.

Mucho se habla sobre la posibilidad de que lo acontecido con los árboles también se aplica en las personas de a pie. Eso no es todo, ya que también es importante tener cuidado con los vehículos estacionados en cercanías a los árboles.

Así quedó tras recibir un rayo

Una muestra de que los autos no están exentos de sufrir los estragos de un rayo es lo que le sucedió recientemente a una Ford Super Duty en Dataw Island, Estados Unidos. De acuerdo a los informantes, la propietaria estacionó su camioneta debajo de un árbol, para luego dirigirse a un establecimiento cercano.

Como verás, producto de la tormenta la Super Duty se danó a tal punto que ya no sirve más. Todo parece indicar que un rayo golpeó un árbol y luego impactó contra la pick-up. Ese golpe provocó un incendio, que causó los daños que se ven en las fotos, hasta que fue sofocado. Por fortuna, nadie resultó herido.

De acuerdo a lo dicho por la ciencia, en caso de recibir un rayo el auto brinda seguridad, ya que el techo proporciona protección a los ocupantes de la unidad, que debe contar con las ventanillias altas. Teniendo en cuenta esta explicación, se desconoce si las ventanillas de la camioneta estaban cerradas durante el impacto del rayo. Por lo tanto, en estas ocasiones lo mejor es estar resguardado bajo techo.

Ahora te toca a vos: ¿Qué opinás sobre lo sucedido con la Super Duty? Compartí tu punto de vista en los comentarios, siempre con respeto.

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