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Dodge Neon SRT-4: cuando Chrysler quiso retar a los japoneses en la era del tuning

La época de las modificaciones extremas trajo muchos cambios en las automotrices, y muchas marcas quisieron entrar de lleno a la tendencia.

Dodge Neon SRT-4: cuando Chrysler quiso retar a los japoneses en la era del tuning

Modificar un auto para hacerlo más rápido, "fachero" o funcional no es algo nuevo, lo hemos visto prácticamente desde el inicio de la historia del automóvil, pero a principios de este siglo, el famoso tuning tomó al mundo automotriz por sorpresa.

El tuning fue tan sorpresivo e impactante que decenas de marcas crearon versiones deportivas de sus autos para que pudieran encajar a la perfección con esa tendencia, y una de las más recordadas es Dodge con su Neon SRT-4.

Dodge Neon SRT-4: la versión picante

Para poner en contexto, el tuning se empezaba a asentar a fines de los 90 e inicios del nuevo siglo, y su “boom” llegó en 2001, luego del estreno de “Rápido y Furioso”, una película que luego se convirtió en saga y giraba en torno a esta cultura, lo que la globalizó y la popularizó por completo.

Las marcas japonesas eran las que dominaban este sector, gracias a la enorme cantidad de partes modificadas que los diversos fabricantes y empresas independientes hacían para los vehículos, y así fue como empezamos a ver kits compuestos por paragolpes, zócalos, alerones y hasta modificaciones en el interior, entre otros.

Si bien las marcas japonesas reinaban, las demás no quisieron quedarse afuera, y una de las participaciones más destacadas fue la de Dodge con el Neon SRT-4. El Dodge Neon era, por ese entonces, uno de los autos más reconocidos y exitosos en norteamérica gracias a su tamaño, diseño, equipamiento y desempeño, pero en Argentina solo lo recibimos bajo el ala de Chrysler (pero con el mismo nombre), y su dificultad para conseguir repuestos, la mala reventa y otros aspectos hicieron que acutalmente se gane el título de "auto clavo".

Dodge Neon SRT Concept (2000)

La idea de un Neón con espíritu tuner no era una novedad: desde fines de los 90, Tom Gale —el diseñador del Viper—, ya tenía un interés en esta moda, ya que en varias visitas al SEMA Show fue notando como crecía el interés del publico y los entusiastas hacia ese tipo de autos, y por eso trabajó en un prototipo que estuvo listo para el año 2000.

A pesar de las mejoras sobre el sedán de Dodge, los directivos de la marca no se convencían del todo, y sin cancelar el proyecto, lo fueron "pateando" constantemente, pidiendo cambios para hacerlo más rentable. Sin perder la paciencia, el equipo detrás del proyecto siguió con las modificaciones y adaptaciones hasta que en 2003 recibieron la autorización de producción, en parte ayudados por el éxito de la franquicia de Rápido y Furioso.

Dodge Neon SRT-4: Motor mejorado de fábrica

El auto se construyó bajo el mando de la división SRT (Street & Racing Technology), que adoptaba ese nombre muy adecuado para la época (ya se había visto en el Viper y luego apareció en la RAM SRT10), y el modelo final logró sorprender a muchos, ya que salía de la fábrica con un kit de mejoras visuales y de desempeño, que lo volvían una base ideal para los fanáticos del tuning.

La mecánica tomaba como base al conocido motor de cuatro cilindros y 2.4 L que usaban los Neon, Stratus y otros modelos de la época, pero la clave estaba en la sobrealimentación, ya que se le sumó un turbo proveniente de Mitsubishi, y lograron que los primeros modelos entregaran 215 CV y 332 Nm, mucho más que los 147 CV que ofrecía de fábrica.

Para los modelos 2004 y 2005, llegó una revisión del motor con la que Dodge modificó parte del turbo y la electrónica y elevó su potencia a 230 CV y 339 Nm, logrando mejorar las cifras de desempeño en todo sentido. Para controlar toda la potencia extra, el SRT-4 también contaba con:

  • frenos más grandes
  • diferencial deportivo
  • suspensión más firme y baja
  • recalibración de la dirección y muchos otros elementos.

Los SRT-4 eran capaces de llegar a los 250 km/h y hacer el 0-100 km/h en 5,6 segundos, y si bien el auto podía modificarse con cierta facilidad, la rama de Mopar creó diferentes paquetes oficiales con los que podía ganar aún más potencia, agilidad o mejorar un poco más su imagen, con partes originales.

Dodge Neon SRT-4: Look más deportivo

La imagen del Neon SRT-4 era todo lo que el tuning necesitaba: el frente se destacaba por tener una apariencia mucho más deportiva, con la clásica parrilla de cuatro cuadros, además de dos tomas de aire un poco más pequeñas sobre ella y otra en el capot.

Los laterales llevaban nuevos zócalos y llantas, mientras que en la parte trasera se adoptaba un paragolpes más sencillo, pero con doble salida de escape y puntas cromadas. Por último, como era frecuente en la época, se adoptó un alerón curvo sobre el baúl.

Por dentro, no hubo demasiados cambios, simplemente se cambió el estilo de los relojes del instrumental, se añadió un medidor de presión para el turbo, un pomo de palanca de cambios en metal y asientos de corte deportivo; lo suficiente como para darle un aspecto más interesante.

Cabe destacar que el Dodge Neon SRT-4 solo estuvo disponible entre 2003 y 2005, y se produjeron cerca de 20.500 unidades, y si bien no tuvo un paso glorioso como sus competidores japoneses, es bastante recordado por los fanáticos, especialmente por los que jugaron Midnight Club o Gran Turismo 4.

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