Nissan usa casi siete litros y medio de pintura por cada auto que fabrica, y con tres capas (principal, base y barniz), puede haber chances de que se formen imperfecciones en la superficie, incluso en el entorno más estéril.
Para reducir la cantidad de errores o defectos en el proceso de pintura, el fabricante japonés invirtió en inteligencia artificial (IA) avanzada y aprendizaje automático, y gracias al sistema de verificación de superficies "AUTIS", la marca mejoró su tasa de detección de defectos en casi un 7% en su planta de ensamblaje de Smyrna,Tennessee, Estados Unidos.
El sistema utiliza cámaras de alta resolución para capturar 15 mil imágenes de cada vehículo inmediatamente después de ser pintado, que luego son analizadas para detectar posibles defectos. En caso de ser detectado uno, los técnicos pueden revisar las imperfecciones al momento, mediante monitores y telefónos inteligentes de la compañía, que llevan en la muñeca, y que se se usan exclusivamente para el proceso de inspección.
Es importante mencionar que este proceso reduce la fatiga ocular y aumenta el tiempo disponible para corregir cuidadosamente la pintura.
Nissan lleva décadas a la vanguardia de la tecnología de inspección de pintura. En 1985, se convirtió en el primer fabricante de automóviles en utilizar robots con láser para inspecciones de pintura, detectando imperfecciones tan pequeñas como 0,3 milímetros en 45 segundos.
En la actualidad, AUTIS puede detectar imperfecciones de tan solo 0,2 milímetros en menos de la mitad de tiempo, lo que representa casi cuatro décadas de progreso tecnológico.
Test Drive Nissan Versa 2024
