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Citroën C3 1.6 16V, probamos al nuevo chico maravilla

El benjamín francés vuelve a la carga con innovaciones como su parabrisas panorámico.

Citroën C3 1.6 16V, probamos al nuevo chico maravilla

 

En cada generación de cada segmento, una marca decide tomar la delantera mediante alguna innovación. Citroën sabe mucho de esto, desde los legendarios Traction Avant y DS, hasta el C4 con su volante de centro fijo y ahora sorprende con el nuevo C3 y su parabrisas que llega hasta el pilar B.

Aquí analizamos si se trata de una gran idea aislada o todo el paquete está listo para dominar el renglón alto del segmento compacto.

 

Técnica y mecánica

El nuevo C3 no se basa en la misma plataforma que el modelo europeo, pero se parece mucho. Contando en pocos milímetros, nuestro C3 es más largo y con menor distancia entre ejes que el producido en el Viejo Continente. Respecto del modelo que sucede, crece en largo y ancho y pierde altura.

Mecánicamente ofrece un nuevo 1.5L de 8 válvulas con 83 CV, cuya prueba publicaremos en breve, y el renovado 1.6L 16V, que probamos aquí, con sistema VTi de variado de admisión para mejor obtener 115 CV.

Estructuralmente, lo más interesante es el alto nivel de rigidez apreciado durante la prueba, pese a haber eliminado el travesaño superior del parabrisas. Esto se logró con refuerzos en todo el sector medio (pilar B), por ello la lámina de vidrio termina en ochavas y los cinturones de seguridad no se pueden regular en altura.

 

Estética

Observar al nuevo C3 de frente produce un cierto déjà vu. Esto se debe a que los faros y los guardabarros delanteros, y la base del parabrisas, son idénticos a los del DS3, modelo con el que el C3 comparte plataforma en Europa. A partir del medio la historia cambia completamente ya que aquí tenemos un techo curvo y dos puertas atrás.

Respecto del C3 original, conserva el aire familiar, pero las nuevas proporciones se hacen notar, especialmente en el techo que ya no tiene la forma tan redondeada, dándole una actitud más masculina y deportiva. El aspecto de auto más ancho se ve reforzado por las ópticas traseras que cambian el vanguardista formato piramidal por una disposición horizontal que invade el portón.

 

Interior

Puertas adentro, el nuevo benjamín de Citroën ofrece un diseño poco usual, con la parte inferior del tablero lisa y muy vertical, y una cintura alta marcada con un buen trabajo de textura en su superficie. Esta solución libera mucho espacio para las piernas del acompañante y una guantera grande con una tapa larga.

Los plásticos son rígidos como sucede en todos los modelos del segmento made in Mercosur, pero se nota la solidez y prolijidad en los encastres. Los decorados alternan buenas con… no tanto, la consola central y el borde de la palanca de cambios son poco atractivos, mientras que se luce el aluminio de las múltiples bocas de ventilación, con clara inspiración en anillos alemanes, y el cromado del volante con base plana.

El nuevo Citroën C3 solo une el motor más potente con el nivel de equipamiento superior que cuenta como opcional el sistema de navegación (como el del C3 Picasso / Aircross) en el pack My Way. Otros elementos destacados son el control/limitador de velocidad, climatizador, sensor de estacionamiento encendido de luces y limpiaparabrisas y airbags laterales que se suman a los frontales de serie en toda la gama.

Sin dudas el gran diferencial de este nuevo Citroën C3 está en el mega parabrisas panorámico, que permite al conductor y a su acompañante disfrutar del paisaje ya que no hay travesaño que eclipse la mirada al cielo. Si el sol está de frente, hay larga cortina que se puede adelantar hasta la altura de un techo convencional, en este momento se aprecia la gran sensación de espacio que aporta el parabrisas panorámico.

 

Comportamiento dinámico

La posición de manejo ideal se alcanza fácilmente con regulación en altura para butaca, que se repite en el volante el cual también se ajusta en profundidad. Los asientos son estrechos y muy cómodos, rematados en este caso en cuero. Además, se maneja más abajo que en el anterior C3, entregando una sensación más dinámica.

El cuadro de instrumentos repite lo visto en el C3 Picasso, con tres medidores, velocímetro al centro y dos semiesferas, una con el tacómetro y la otra con display. El decorado no es tan logrado y podría lucir más tecno.

El nuevo 1.6L se siente mucho más despierto que el anterior y bien predispuesto a subir de vueltas. Además es mucho más elástico gracias al VTi con una respuesta vivaz desde bajar vueltas. Fuera de la ciudad, a 120 km/h el motor va ligeramente estresado, con 3.500 rpm, pero la insonorización de la cabina es muy buena. A esta velocidad, la computadora indicó un consumo del 14.7 km/L. Recién a 140 km/h, cuando alcanza los 4.000 giros, el ruido del motor entra en la cabina.

La dirección eléctrica es sumamente suave en ciudad y se endurece lo suficiente en ruta para dar seguridad al conductor. Respecto del comportamiento dinámico, en ciudad es muy confortable, e inclusive parece blando ya que levanta y agacha la trompa en cada acelerada y frenada. Sin embargo, al salir a la ruta, se siente estable y contiene correctamente el rolido.

 

Conclusiones

El nuevo C3 llegó para competir en lo alto del segmento compacto donde militan modelos como el Ford Fiesta KD. En comparación con el modelo de óvalo, pierde en componentes de seguridad, como el control de estabilidad y los 7 airbags. Por otro lado, aporta otras novedades como el navegador y obviamente el parabrisas panorámico, un auténtico diferencial en el segmento que se aprecia cada vez que se sube al nuevo benjamín de Citroën.

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Hernando Calaza. Fotos: Ezequiel Las Heras recomienda