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Test drive

Prueba VW Golf GTi VII

Antes de su llegada al país, manejamos a la nueva generación del icono deportivo.

Prueba VW Golf GTi VII

El Volkswagen Golf es un ícono, creador de una categoría que a lo largo de sus ya siete generaciones ha colocado más de 30 millones de unidades. Por ello, es tanto o más importante para VW que el Escarabajo, el que le permitió a la marca alemana pasar de ser la fabricante del auto del pueblo a un emblema de vehículos avanzados y prácticos a un precio adecuado.

Toda nueva iteración del Golf debe venir acompañada de la versión Gran Turismo Inyección, es decir el mítico GTI, un vehículo que se ha logrado posicionar como el referente de los hatchbacks deportivos. Si bien, en sus inicios fue sinónimo de deportividad asequible, a partir de la quinta generación ha ido abandonando esa premisa incorporando más tecnología, equipamiento y mejores terminaciones que lo han ido acercando poco a poco a los autos premium.

 

Características técnicas y mecánicas

Bajo capot encontramos virtualmente la misma oferta mecánica que conocemos en el GTI desde la quinta generación, un cuatro cilindros de 2.0 litros acoplado a una transmisión DSG (doble embrague) de seis velocidades.

Tanto motor como caja han recibido bastantes mejoras, por lo que la potencia ahora es de 220 CV y 349 Nm de torque, la caja es más refinada, rápida y eficiente que antes y al emplear la plataforma MQB (que comparte con los A3, SEAT León y muchos más por venir), es unos 100 kilos más ligero que su predecesor.

Buscando mejorar la eficiencia encontramos elementos como el sistema Start & Stop y recuperación de energía de la frenada. Si hablamos de seguridad, además de los elementos ya obligados como ABS, ESP o airbags frontales, laterales y de cortina, tenemos un airbag para rodillas del conductor, el asistente de estacionamiento y el Multicollision Brake que es capaz de precargar los frenos, así como acercar las pastillas a los discos en caso necesario para reducir los tiempos de respuesta. Además, cuando el impacto es inminente el sistema también prepara cinturones de seguridad y otros dispositivos.

 

Confort

Habíamos mencionado anteriormente que el Golf GTI se ha ido acercando paso a paso a los autos del segmento premium y en el caso de este exponente de séptima generación esa separación prácticamente se ha diluido. En el interior podemos encontrar ensamble y materiales de primer nivel, así como un nivel de equipamiento muy completo.

Lo primero que se destaca es la llave inteligente de acceso y arranque, de ahí pasamos al nuevo volante multifunción forrado en cuero que incorpora levas de cambio, y en el cluster de instrumentos, entre tacómetro y velocímetro, encontramos un display a color que nos permite acceder a información relativa a radio, teléfono, computadora de viaje y algunos otros elementos.

En el tablero se encuentra una nueva pantalla táctil de 8” que cuenta con una interesante función de proximidad, es decir cuando acercamos nuestro dedo lo detecta y despliega los menús disponibles. En la enorme pantalla se despliega información relativa al navegador, equipo de audio, etc.

Algunos otros elementos de confort son el climatizador de dos zonas con salidas de aire para las plazas posteriores y techo solar.

 

Manejo

Tras el volante, el Golf GTI se siente como un producto más cómodo y refinado que antes, incluso ahora se ha vuelto muy tolerable al rodar sobre asfalto en mal estado o condiciones de tránsito intenso. A cambio de estas mejoras también ha perdido un poco de esa crudeza y retroalimentación que lo caracterizaba, un efecto muy común en la evolución de los deportivos actuales.

Lo anterior no significa que sea menos capaz, de hecho es al contrario, gracias a los 349 Nm de torque el GTI acelera con mucha contundencia y es capaz de lograr altas velocidades de forma veloz y eficiente. Por si no fuera suficiente lo hace emanando un sonido ronco y adictivo que se complementa con esas pequeñas explosiones que generan efectuar los cambios. La experiencia de manejo es sumamente gratificante, eso es un hecho.

Cuando circulamos con la caja en modalidad Drive y no somos muy exigentes con el pedal de acelerador, el GTI puede resultar hasta ahorrador, los cambios se efectúan a bajo régimen y proporciona trayectos silenciosos y cómodos. Al mover la palanca a modo S o Manual, la cosa cambia, la nota emanada del cuatro cilindros se intensifica, los cambios se efectúan cerca de la zona roja del tacómetro y ocurren con muchísima velocidad e incluso algo de violencia. Toda una delicia.

Una de las nuevas características con las que cuenta es el Launch Control, que además de ser divertidísimo, nos ayuda a mejorar un poco nuestros tiempos en el cuarto de milla.

 

Conclusiones

El nuevo Volkswagen GTI es uno de esos productos que evaluados exclusivamente por lo que son y pueden hacer, resultan virtualmente perfectos. El manejo es excepcional, ahora es más refinado y cómodo que antes, ofrece mayor equipamiento y tecnología, así como un interior bien cuidado y atractivo.

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