A veces las modas se van un poco de cause, y otras lo inundan todo como en el caso de Pokémon Go, el juego furor a nivel mundial donde los usuarios salen a la caza de monstruitos virtuales. Y la cosa se pone extraña cuando comienzan a aparecer noticias variopintas sobre cosas que hacen o le pasan a los adictos a esta aplicación.
Se cuenta que se habilitan “cotos de caza” para acercar jugadores a una zona y luego robarlas, se dice que hay un Pokemon exótico en Chernobyl; personas fueron atropelladas persiguiendo a sus presas y sabemos fehacientemente que un youtuber ruso se alquiló un M3 con chofer para recorrer el clásico Nürburgring, pero en lugar de disfrutar de la vuelta lo hizo ir frenando (hay gente que no entiende nada) para recolectar estos monstruos de 32 bits.
Ahora, la novedad es que Mercedes-Benz le pidió a sus concesionarios que utilizaran el “Lure Module” una herramienta para atraer Pokemones salvajes a diversos “PokeStop” (si acá todo empieza con Poke) por un lapso limitado de tiempo. Obviamente esas áreas quedan muy cerca de las concesionarias y al crear este efímero coto de caza se acercan varios cazadores. Si con eso no alcanzara, al parecer, los propios locales se estarían registrando como PokeStops oficiales y promoviéndose en sus redes sociales.
La pregunta clave acá es, ¿qué jugador de Pokemon Go tiene la edad o el bolsillo para desear y/o comprar un flamante Mercedes-Benz? ¿Será que están esperando que los padres traigan a los chicos y les entre el deseo por un modelo con la estrella al frente? ¿O estarán pensando en lanzar un modelo 100% eléctrico y llamarlo Pikachu? ¿Se pondrá celoso Mario
