Ferdinand Porsche fue un genio de la industria automotriz mundial, de eso no hay duda. Recordemos que el alemán es mayormente reconocido por ser el cerebro detrás de la creación del Volkswagen Tipo 1, mejor conocido como Escarabajo, además de ser el fundador, junto a su hijo Ferry, de justamente Porsche.
La historia dicta que, en realidad, el Escarabajo es básicamente un Porsche sin las características propias de la Casa de Stuttgart, como podemos ver con los elementos mecánicos en comñun con el 356, el primer auto de la marca. De hecho, no es raro encontrarse réplicas montadas sobre el chasis de un viejo Escarabajo.
Los chicos de Memminger Feine-Cabrios tuvieron una muy buena idea y decidieron crear un auto que combinara todo el encanto y el carisma que caracteriza a los Escarabajos clásicos con soluciones técnicas inspiradas en los Porsche contemporáneos.
Este Memminger Roadster 2.7 se distingue por contar con un motor de cuatro cilindros 2.7 L en posición central. Es capaz de entregar 210 CV y 247 Nm acoplado a una transmisión manual de cinco cambios. Mide cuatro metros de largo y pesa sólo 800 kg. Su velocidad máxima es de 200 km/h, bastante bien para un Escarabajo. Cuenta con un sistema de discos de freno de un 911, suspensión reforzada y llantas de aleación de 18" con cubiertas 225/45 y 255 adelante y atrás respectivamente. El auto no cuenta con ningún elemento electrónico, limitándose al uso de un tacómetro, velocímetro, indicador de temperatura, presión de aceite y un reloj analógico.
El Memminger Roadster 2.7 es un concept, pero debido a su excelente recibimiento y a la gran especulación a su alrededor, la empresa considera producir una corta serie limitada a una veintena de unidades a un precio todavía desconocido... ¿Qué te parece esta obra de Memminger Feine-Cabrios?
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Memminger Roadster 2.7
