El ser piloto de Fórmula 1 te catapulta a la fama, de eso no hay ninguna duda. Por lo tanto, sabés que durante muchos momentos tenés que cuidar las formas, no solo para no generar disgustos en tus fanáticos, sino también (y, principalmente) en las empresas que te apoyan.
Como resulta lógico, cuánto más exitoso seas, más cámaras vas a tener apuntándote, por lo que más cuidado tenés que tener. Ahora, ¿qué pasa si sos uno de los pilotos más laureados de la historia y querés comprarte algo que podría generar cierto choque de intereses con las compañías que te acompañan? Bueno, algo de eso le pasó, nada más y nada menos, que a Michael Schumacher.
Retrotraigámonos en el tiempo al año 2004, posiblemente el de mayor exposición mundial del alemán en toda su trayectoria en la F1. Para ese momento, llevaba más de diez años en la categoría, pero se trataba de un momento único, ya que estaba próximo a lograr su 7º y último título en la Máxima, algo nunca antes alcanzado por ningún piloto.
Quien era uno de los deportistas mejores pagos del mundo contaba con múltiples contratos, pero el más conocido, sin dudas, era el que lo ligaba a Ferrari, escudería con la que competía desde 1996 y a la que logró devolverle la corona de pilotos tras más de dos décadas de sequía.
El dominio del Kaiser con la Scuderia durante los primeros años del siglo XXI (cinco títulos entre 2000 y el mencionado 2004) no hizo más que marcar a fuego la asociación entre ambos, por lo que en ese entonces resultaba inimaginable asociarlo con otra automotriz.
Resulta que en aquel 2004, “Schumi” decidió tomarse una licencia y sumar a su garage una máquina que no era proveniente de Maranello, sino que era tan alemán como él: un Porsche Carrera GT.
El Porsche de Schumacher
En las últimas horas, Elfersport, sitio web especializado en ventas de modelos Porsche, anunció la venta del Porsche Carrera GT que supo ser de Schumacher. Modelo 2004, el deportivo fue entregado al alemán en abril de aquel año, cuando su salida de Ferrari (2006) todavía estaba lejos.
El Carrera GT nació tras desarrollos realizados por Porsche para el mundo de las carreras. Por lo tanto, no sorprende que este impulsado por un motor naftero V10 de 5.7L, que eroga 603 CV y que trabaja con una transmisión manual de seis cambios. De tracción trasera, este convertible acelera de 0 a 100 km/h en 3s9 y alcanza los 200 km/h en 10s, mientras que su velocidad máxima es de 330 km/h. Ah, y casi no cuenta con ayudas electrónicas.
La unidad puesta a la venta es una de las apenas 1.270 del Carrera GT que Porsche fabricó. Además de su planta motriz, se destaca su carrocería, no solo por su diseño, sino también porque está realizada con fibra de carbono. Pintado de negro tanto en su exterior (carrocería y llantas -junto a una fina tira roja-) como en su interior (tapizados), este Carrera GT cuenta con una calcomanía del logo de Schumacher en la parte trasera, justo por encima de la inscripción del modelo.
¿Cómo hizo “Schumi” para comprarlo?
En pleno contrato con Ferrari, Schumacher consiguió este Porsche Carrera GT gracias a las tratativas de Weber Management, agencia comandada por Willi Weber, histórico manager del alemán. En concreto, fue la empresa la que se contactó con una concesionaria de la marca, y adquirió el modelo.
Debido al acuerdo alcanzado, se especula con que, al menos, la mitad del kilometraje que marca el deportivo (14.207 kilómetros) fue realizado por integrantes de la agencia. Para evitar suspicacias, la agencia que vende al Carrera GT afirmó que cuenta con documentación que prueba que Schumacher lo manejó.
Porsche GT Carrera de Schumacher: ¿A cuánto se vende?
De acuerdo a lo consultado por colegas, el Porsche GT Carrera de Schumacher está a la venta por 2.1 millones de euros, es decir unos 2.2 millones de dólares. Si querés verlo al detalle, te recomendamos que no te pierdas el video que te dejamos a continuación.
Ahora te toca a vos: ¿Qué opinás del Porsche Carrera GT de Schumacher? Compartí tu punto de vista en los comentarios, siempre con respeto.
Porsche GT Carrera de Michael Schumacher
