F1 2025: Franco Colapinto, listo para su debut con Alpine

Hay circuitos que tienen alma, y el Autódromo Enzo e Dino Ferrari de Imola es uno de ellos. Curvas con nombre propio, una recta que pide valor y una atmósfera que combina tradición y adrenalina pura. Allí, entre árboles y desniveles, Franco Colapinto se prepara para dar el gran salto: su debut oficial como piloto titular del equipo Alpine de Fórmula 1.

“Estoy muy emocionado de entrar en semana de carrera por primera vez desde diciembre”, declaró el joven argentino, que debutó en la Máxima el año pasado con Williams.

“Italia es un lugar muy especial para mí por varias razones. Fue donde debuté en Fórmula 1, en Monza el año pasado, y ahora vuelvo, a Imola, para mi primera carrera como titular con Alpine”, compartió. Y no es una frase tirada al pasar: Colapinto construyó parte de su historia deportiva en suelo italiano. Ganó por primera vez en Fórmula Renault en Monza, allá por 2020. Luego repitió el sabor del triunfo en Imola, primero en Fórmula 3 en 2022, y luego en Fórmula 2 en 2024. Para él, volver no es solo correr: es reencontrarse con recuerdos que empujan hacia adelante.

Este fin de semana en el Gran Premio de Emilia-Romaña, el argentino se subirá al A524 en reemplazo de Jack Doohan, como parte de un plan del equipo francés para evaluar jóvenes talentos en cinco fechas claves: Imola, Mónaco, España, Canadá y Austria. Y aunque sabe que no hay margen para errores, no llega con el traje de improvisado.

“Han sido unos primeros meses excelentes con todos en Enstone. Hice pruebas con el auto 2023 y pasé mucho tiempo en el simulador. Me siento preparado”, explicó, destacando el trabajo silencioso y meticuloso que realizó desde que Alpine decidió integrarlo como piloto de desarrollo y luego como reserva. Lo suyo no fue una llegada por sorpresa, sino un proceso cuidadosamente planificado.

El propio Colapinto sabe que debe adaptarse rápido y mostrar su capacidad. “Estoy muy agradecido por esta oportunidad. Ahora tengo que ponerme al día rápidamente y demostrar lo que puedo hacer con este auto”, expresó con claridad. En un año de cambios internos para Alpine -con salidas en el cuerpo técnico, nuevos asesores como Flavio Briatore, y un monoplaza que aún no ha alcanzado el rendimiento esperado-, toda chispa positiva cuenta. Y Franco llega con hambre de protagonismo.

Más allá de los objetivos técnicos, hay algo emocional en juego. La F.1 no se trata solo de tiempos por vuelta. Se trata de cómo un piloto enfrenta el momento para el que se preparó toda su vida. Y en ese sentido, Colapinto parece tener los pies firmes sobre la pista. “Imola es un circuito que disfruto mucho. Tiene curvas increíbles que estoy deseando probar por primera vez en un Fórmula 1”, dijo con una sonrisa que mezcla admiración y deseo.

Trazados como Tamburello, Piratella, Acque Minerali o la Variante Alta serán parte de la danza de precisión que Franco deberá interpretar este fin de semana. Su talento está, su historia en categorías menores lo avala, y el entorno ya lo conoce. Falta el paso más grande: demostrar que está listo para mantenerse en las grandes ligas.

Será un fin de semana especial también para los fanáticos argentinos, que desde la butaca o la pantalla vivirán con el corazón acelerado cada vuelta de Franco. Porque en él se proyectan sueños postergados y una bandera celeste y blanca que vuelve a flamear en la elite del automovilismo mundial.

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