En el mundo automotriz, hay varios casos de ejecutivos de marcas reconocidas que poseen vehículos de otras firmas, como el caso de Mate Rimac, CEO de Rimac-Bugatti, que tiene un BMW M5, un VW Golf R32, y más, o Christian von Koenigsegg, CEO y fundador de Koenigsegg, que maneja un Toyota GR Yaris a diario, y ahora, MINI comparte la historia de su relación con el mismísimo Enzo Ferrari.
El fundador de una de las automotrices más famosas del mundo, era un gran aficionado por el automovilismo, e incluso fue piloto, por lo que, al momento de manejar autos de calle, no buscaba solamente la exclusividad, las prestaciones y el refinamiento, sino también las sensaciones.
Entre los vehículos que tuvo Enzo Ferrari fuera de su marca, se pueden destacar varios Peugeot, como el 403 que aparece en la última entrega cinematográfica del aclamado ingeniero, un FIAT 128 y, especialmente, algunos Mini.
Cuando debutó la variante deportiva del Mini original (el nombre se escribía en minúscula antes de que la comprara BMW), era cuestión de tiempo para que pasara a formar parte de la colección de "il Commendatore", y finalmente, así fue. Según comenta la firma británica, Enzo apreciaba la ingeniería del Mini, incluyendo su motor transversal y su suspensión independiente, y además, se dice que era fanático de la tracción delantera. Además, a pesar de sus 1,87 m de altura y del tamaño reducido, Enzo podía entrar en el habitáculo cómodamente.
Si bien la cantidad de Minis que Enzo Ferrari tuvo es incierta, John Cooper afirmó en una entrevista que tuvo tres Cooper S diferentes en diferentes tiempos, con los que solía subir a las montañas "cuando se aburría" (gustitos que te podes dar si sos el fundador de una de las marcas más reconocidas del planeta).
Si bien no vamos a dudar de una leyenda, lo cierto es que el legendario empresario tuvo al menos dos unidades. El primero fue un Cooper 1100 S, que más tarde le regalaría a su hijo, Piero, ya que él había recibido una edición especial del Mini Cooper 1300 S, que homenajeaba al que logró victorias en el Rally de Montecarlo, y lo recibió personalmente por Sir Alec Issigonis, el diseñador del icónico auto.
El Cooper 1300 S fue modificado de múltiples maneras, incluyendo su motor, que permitió que su velocidad máxima aumentara a 153 km/h, y sumaba algunos distintivos:
- rompenieblas debajo de las luces principales
- tablero de nogal
- asientos especiales, y más.
Curiosamente, el auto primero fue rojo, para homenajear el clásico color de la marca de Maranello, pero, después de que Enzo afirmara que solo una Ferrari podía ser de ese color, lo repintaron en gris metálico, aunque varios años más adelante volvió a ser repintado de rojo.
Más tarde, el Mini pasó a ser propiedad de Giuseppe Navone, ganador de la Mille Miglia en 1948 al mando de una Ferrari 166 S, y jefe del equipo de pruebas de Ferrari para autos de producción en ese momento.
Según cuenta la marca, aparentemente, el icónico Mini de Enzo Ferrari todavía funciona e incluso se usa en la actualidad. No podemos ni imaginarnos lo que saldría a día de hoy.
