No fue una conferencia de prensa tradicional ni mucho menos un anuncio rimbombante. Fue un encuentro cuidado, casi íntimo, organizado por Renault Argentina, con un grupo selecto de periodistas, amigos/hinchas e influencers. El protagonista, claro, fue Franco Colapinto. Y lo interesante no fue lo que prometió, sino lo que eligió no prometer.
En tiempos donde la Fórmula 1 vive de hype, slogans y frases hechas, Colapinto se plantó en el lugar menos cómodo pero más honesto: el de la cautela. Habló del futuro, sí. Del proyecto de Alpine para 2026, también. Pero sin vender resultados que nadie puede garantizar.

Franco Colapinto fue entrevistado por Pablo Sibila, presidente de Renault Argentina.
“Estoy participando en el auto de Alpine 2026, pero lógicamente todavía no lo probé en pista, sólo en un simulador”, explicó, con un tono que mezcló entusiasmo genuino y freno de mano bien puesto. No hay vueltas mágicas ni conclusiones definitivas cuando el auto todavía no tocó el asfalto. Punto.
EL ALPINE 2026: MUCHAS VARIABLES, POCAS CERTEZAS
Colapinto no esquivó el tema técnico. Al contrario. Se metió donde muchos prefieren pasar rápido. El reglamento 2026 cambia las reglas del juego y él lo sabe. “No sé cómo se va a adaptar el nuevo auto a mi manejo; es difícil saberlo porque no lo probé en pista”, reconoció, dejando claro que el simulador es una herramienta, no una verdad revelada.
La clave, según explicó, estará en la gestión de la energía. “La parte de la energía eléctrica es muy importante, entonces la conducción se va a basar en maximizar el motor eléctrico: hay que levantar antes de la curva y frenar con más anticipación… hay muchas variables”. Traducido: manejar rápido ya no será solo cuestión de atacar, sino de pensar. Leer la carrera, anticiparse, entender cuándo soltar y cuándo cargar.

Foto: Prensa Pirelli/Sam Bagnall/Sutton Images,
Ahí aparece un matiz interesante. El 2026 no será solo una prueba de velocidad pura, sino de inteligencia al volante. Y eso, para un piloto joven que viene formándose en estructuras modernas, puede ser una ventaja… o un desafío enorme.
TRABAJO INTERNO Y REESTRUCTURACIÓN
Más allá del auto, Colapinto dejó entrever que puertas adentro el equipo también está en movimiento. “Estamos trabajando mucho con el equipo para tener un buen año, hay muchos cambios en la estructura y creo que todo es para positivo”. Sin nombres propios ni detalles finos, pero con una idea clara: no es solo el auto lo que está en construcción.
En Alpine saben que el 2026 es un punto de quiebre. Nuevo reglamento, nuevas jerarquías, nuevas oportunidades. Pero también nuevos riesgos. Y Colapinto no se sube a esa ola con los ojos cerrados.

EXPECTATIVAS REALISTAS: EL VALOR DE SUMAR PUNTOS
Quizás la frase más reveladora fue la última. “Hay que ver qué pasa en enero y ver cómo están los otros, es difícil cuantificar la performance porque no sabemos cómo están los demás. Si peleamos por puntos va a ser muy positivo”.
No hay promesas de podios, ni discursos grandilocuentes. Hay objetivos concretos y alcanzables. En una Fórmula 1 cada vez más compleja, donde acertar medio segundo puede cambiarlo todo, el piloto argentino parece entender que construir una carrera sólida también implica saber esperar.
Queda claro que Colapinto no esquiva la presión. La administra. Y en la Fórmula 1 moderna, eso también es una virtud.
Fuente: Automundo