Ante la escalada en los precios de la nafta, ciertas organizaciones de Europa buscan reducir el limite de velocidad para que los autos consuman menos combustible. En concreto, el Consejo Europeo de Seguridad en el Transporte, en colaboración con organizaciones medioambientales y de seguridad vial, solicitó a los responsables del departamento de la Acción por el Clima, la Energía, el Medio Ambiente y el Transporte, recomendaciones para disminuir los límites de velocidad en los países de la Unión Europea.
La acción no solo sería para minimizar la dependencia de los autos al petróleo (a través del combustible, claro está), sino también para reducir las emisiones, además de las lesiones y muertes causadas por accidentes de tráfico generados por exceso de velocidad. Por otro lado, el Parlamento Europeo ya le hizo una recomendación a la Unión Europea sobre el mismo tema.
El pedido de las organizaciones
Las organizaciones concluyeron que, debido a los grandes ahorros en petróleo, se debe considerar seriamente la reducción de las velocidades máximas. En concreto, la carta enviada a las autoridades propone los siguientes puntos:
- Reducir los límites de velocidad en rutas a 100 km/h para autos y a 80 km/h para camiones, mientras que en caminos rurales sería de 80 km/h.
Esta disminución de la velocidad máxima permitiria un ahorro de 290.000 barriles de petróleo por día y 140.000 barriles por día adicionales de camiones. - En las ciudades, el limite debería ser de 30 km/h
El "espaldarazo" que podría dar la Unión Europea
Las organizaciones creen que, si bien nada impide que cada estado establezca sus propios límites de velocidad en sus rutas, un mensaje contundente de la Comisión Europea alentaría a más estados a reducir sus límites de velocidad.
Hace dos años, Países Bajos redujo el límite de velocidad en sus autopistas a 100 km/h para reducir la contaminación del aire con óxidos de nitrógeno. Según investigaciones, un auto que circula a 120 km/h consume alrededor de un 20% más de combustible que si lo hiciera a 100 km/h.
Por otro lado, Suecia cambió los límites de velocidad en su red de caminos rurales, para abordar la seguridad y mejorar la calidad del medio ambiente, lo que, según la Autoridad de Transporte de Suecia, permitió que se salven 150 vidas al año, además de que se reduzcan las emisiones de CO2.
Por su parte, los gobiernos de Bruselas y París recientemente redujeron su límite de velocidad en ruta a 30 km/h. En cuanto a la ciudad belga, las emisiones tóxicas, el ruido y las colisiones se redujeron, y además los tiempos de viaje no se vieron afectados significativamente.
